Una multitud de hinchas se reunió este jueves en el estadio del Napoli para homenajear a Diego Armando Maradona, en la ciudad italiana donde brilló en la década de 1980 y mostró buena parte de su fútbol más sublime.
Maradona se fue de Nápoles hace casi 30 años, pero su espíritu sigue en la ciudad. Un mural gigante de su figura emerge entre las calles y su fotografía junto a imágenes de santos en los escaparates es una postal muy común.
Cientos de bufandas con los colores del Napoli estaban atadas a las rejas fuera del estadio San Paolo, y flores, fotos de niños, velas votivas y hasta una botella de vino formaban parte de un santuario improvisado en rápida expansión.
Era único, representaba todo para nosotros los napolitanos”, dijo a Reuters Gianni Autiero mientras miraba con lágrimas en los ojos el gigantesco retrato de Maradona que adorna la fachada de un bloque de apartamentos de 10 pisos. “He llorado por unas pocas personas en mi vida y Diego es una de ellas”.
Por la noche, más aficionados acudieron al estadio antes del partido de la Europa League entre el Napoli y el equipo croata Rijeka, que se jugará a puerta cerrada debido al coronavirus, coreando “Diego, Diego” y otros cánticos alusivos a su ídolo.
La noticia de la muerte de Maradona el miércoles atrajo a las calles a miles de napolitanos, que desafiaron las restricciones impuestas por el gobierno para combatir el coronavirus para despedir a su ídolo, y el dolor no mostró signos de disminuir cuando amaneció.
Ayer murió toda la ciudad de Nápoles, junto con Argentina”, dijo Lorenzo Rubino, de 26 años, que ni siquiera había nacido cuando Maradona jugaba en el Napoli. “No había llorado desde la muerte de mi madre hace dos años”.
Maradona llegó a Nápoles en 1984, cuando tenía 23 años, por un monto récord en ese momento de 7.5 millones de dólares.
Durante los siguientes siete años, ayudó al equipo a ganar sus dos únicos títulos de la Serie A y la Copa de la UEFA.
Cuando lo llevaron en helicóptero para su presentación oficial, 75 mil personas acudieron al estadio para verlo. A partir de entonces, cada día de partido fue el punto culminante de la vida de muchos napolitanos.
Papá no vino al hospital cuando nací porque se quedó en el estadio hasta el final del partido para ver jugar a Diego”, dijo Teresa De Lucía.
El alcalde de la ciudad, Luigi De Magistris, ha pedido que se cambie el nombre del estadio San Paolo en honor a Maradona, en el que sería el máximo homenaje de la ciudad a su ídolo.
Amaba Nápoles y a través del fútbol quería que el mundo supiera lo que es Nápoles, una ciudad llena de humanidad, llena de corazón, energía e imaginación. Un volcán para bien o para mal”, dijo el alcalde Luigi de Magistris.