Padres e hijos han compartido la pasión por el deporte motor escribiendo páginas gloriosas en la Fórmula Uno.
- El apellido Brabham tiene un lugar especial, el australiano Jack Brabham ganó tres campeonatos: 1959, 1960 y 1966, además el último lo hizo corriendo con su propia escudería, que estuvo presente hasta 1992. Murió en 2014, a los 88 años; su hijo David participó dos años en la máxima categoría, mientras que otro de sus vástagos, Geoff, brilló principalmente en la serie le Mans.
Graham Hill y Damon Hill hicieron historia pues fueron la primera pareja de padre e hijo en coronarse en la fórmula uno; Graham alcanzó el campeonato en 1962 y 1968, un fatal accidente acabó con su carrera en 1975 y no pudo ver cuando su hijo, Damon, alcanzó la cima de la máxima categoría en 1996. Graham Hil, es además el único que ha ganado las 500 millas de Indianápolis y las 24 horas de Lemans, además de coronarse en la Fórmula Uno.
Otra historia de éxito y tragedia es la de los Villeneuve, Gilles es uno de los mejores pilotos de la historia, aunque no pudo ganar un campeonato, encontró la muerte en una carrera celebrada en Bélgica, en 1982. 15 años más tarde, Jacques Villeneuve logró cumplir el sueño de su padre y se alzó con el título de la Fórmula Uno, venciendo a Michael Schumacher.
- Los Rosberg también entran en la historia, Keke logró uno de los títulos más raros, pues le bastó un triunfo en la temporada de 1982 para alcanzar el título; su hijo Nico también logró el campeonato en el 2016, imponiéndose a su compañero Lewis Hamilton. Días después decidió retirarse.
A estas páginas ahora se suma la dinastía de los Schumacher, gracias a la incursión de Mick, quien hará su debut en la máxima categoría con el equipo Hass en el 2021. Su reto será seguir los pasos de su padre, Michael, quien conquistó siete campeonatos.
Realmente es algo que siempre he soñado y ahora finalmente se ha hecho realidad, así que estoy muy feliz y emocionado”, Mick Schumacher, piloto.