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Paola González, su historia en el futbol profesional

Paola González juega de defensa central y delantera en el Cruz Azul. Nació en Huatusco, Veracruz. A los 8 años, en la escuela primaria, hicieron una convocatoria; ella se inscribió a lo que en ese momento era un torneo varonil. Cuando los padres de Paola van a firmar el consentimiento de su hija, se dan cuenta que era la única niña en un torneo.

 

Comencé jugando como defensa central. Tenía unos ocho años y veía jugar a mi papá, veía como peloteaban, como pasaban el balón; comenzó a llamarme la atención, y a partir de esa convocatoria en la primaria empecé a jugar futbol. El apoyo de la familia siempre estuvo, desde el inicio. A veces mi papá se preocupaba de que su princesita jugara con puros hombres, pero me gané mi lugar en el equipo varonil”, comentó la deportista.

 

La rutina de Paola iniciaba a las 7 de la mañana para ir a la escuela, después regresaba a su casa, comía y salía con sus botines de futbol a la ciudad de Córdoba, Veracruz, que estaba una hora de carretera, entrenaba dos horas y regresaba a casa a las siete de la noche para iniciar con sus deberes escolares, siempre con gusto.

 

Recuerdo mucho que en las noches mi mamá me esperaba para ayudarme con la tarea, cenaba y a dormir, porque mañana era la misma rutina”.

 

La fuerza de la jugadora, de 1.64 metros de estatura, transformaron a la princesa de papá. Comenzó a desenvolverse en la cancha y con los amigos, que no tardaron en darle el respeto que merecía.

 

Desde pequeña siempre amé al futbol, es una pasión con la que vivo. Al entrar en la universidad, siempre hubo un anhelo de que México tuviera una liga femenil o que se abriera una liga mixta profesional. Cuando escuche el proyecto del 2017, estaba en la licenciatura y cuando entre a la maestría se dio la oportunidad de entrar al club y sin pensarlo me anoté”, señaló la delantera del Cruz Azul.

 

La liga femenil es una lucha de las mujeres desde hace varias generaciones. Hay mujeres que soñaron con esa liga y ya no están para verla andando, o algunas que ya se retiraron como deportistas.

 

En mi carrera tuve algunas limitaciones que me hicieron crecer como persona. No las llamaría limitaciones, las llamaría oportunidades para seguir creciendo”, apuntó Paola.

 

El orgullo y alegría se mezclan con la responsabilidad de ser primera generación en esta liga. La promoción de este deporte y su profesionalización está en los pies de las nuevas mujeres futbolistas que inspiran a las nuevas generaciones a no abandonar sus sueños.

 

La pandemia cambió todo, entre ello, el mundo del deporte, que su momento tuvieron que entrenar vía Zoom y romper con la rutina de asistir al campo, de ver a las compañeras y crecer en compañía del equipo.

 

Pero si tienes la pasión, el objetivo bien claro y el amor por el futbol, pues te adaptas como jugador profesional. Aunque también se extraña la afición, porque de un día para otro, por cuestión de salud, los estadios están vacíos y como futbolista pues sí pesa, porque la ficción aporta muchísimo a los partidos. Sin embargo, nos estamos adaptando y lo tratamos de la mejor manera en el equipo”, mencionó la goleadora.

 

Los entrenamientos diarios y los proyectos venideros son la rutina de Paola, que se ha hecho famosa por sus goles de cabeza y la potencia de sus piernas que permiten el avance del balón entre los pies de las mujeres.

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