Deportes

Participará equipo de atletas refugiados en una justa olímpica por 2da ocasión

Para Tokio, el Comité Olímpico Internacional eligió a 29 deportistas para participar en la justa veraniega.

 

Entre ellos se encuentra la judoca, Sanda Aldass y el boxeador, Eldric Sella.

 

Sanda, judoka desde los 7 años y madre de tres hijos, es originaria de Siria. Decidio en 2015 escapar de la guerra civil de su país, hacia Holanda, dejando a su esposo y entrenador, Fadi Darwish y a su hijo de dos años y medio en Siria, mientras ella buscaba el estatus de refugiada.

 

Luego de permanecer 6 meses en un campo de migrantes, pudo reunirse de nuevo con su familia y tres meses después, ubicarse en su nuevo hogar, a las afueras de Amsterdam.

 

A partir de ese momento, Sandra y Fadi, tras superar varios obstáculos, decidieron conformar un equipo de entrenamiento con sus excompañeros de equipo de siria, también refugiados.

 

En 2019, Sanda Aldass fue invitada por la federación internacional de judo a unirse al programa de apoyo para atletas refugiados, y participó en el campeonato del mundo del 2019.

 

Ahora, gracias a su alto nivel competitivo, representará en judo al equipo olímpico de refugiados del COI en Tokio.

 

Es un sueño hecho realidad, ¿sabes?, no puedo participar para mi país, tampoco puedo participar para Holanda y estoy muy contenta de que el COI y la federación internacional de judo pudieron haber resuelto este problema, porque ahora podemos jugar para los juegos olímpicos de refugiados y luego para seguir nuestros sueños, no podemos detenernos por no tener un país para representar en los Juegos Olímpicos”, Sanda Aldass.

 

En el caso de Eldric Sella de 23 años, nacido en Caracas, en el barrio 23 de enero, comenzó en el boxeo desde los 10 años con el objetivo de poder defenderse de la fuerte violencia que se registra en su país. Nunca se imaginó llegar a ser seleccionado nacional.

 

Mi primer Campeonato Nacional representé a Caracas mi ciudad, donde gané y me convertí en Campeón Nacional de Venezuela tenía unos 15 años”,

 

Tras la crisis económica y la incertidumbre de su destino deportivo, decidió emigrar como refugiado junto a su novia y su padre quien es su entrenador a Trinidad y Tobago, en busca de una mejor vida.

 

Años de entrenamiento y dedicación lo llevaron a competir en el campeonato de la especialidad de la Asociación de Boxeo de Trinidad y Tobago, en 2019, motivo que le otorgó una beca para el programa de atletas refugiados del COI.

 

Gracias a su trabajo, constancia y dedicación representará en la disciplina de boxeo en la categoría de – 75 kilógramos al equipo olímpico de refugiados en Tokio.

 

Estos son solo dos de los 29 atletas refugiados que buscarán colgarse una presea, y ser fuente de inspiración para miles que han padecido y padecen esta grave situación.

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