Cuatro años y medio después del referéndum sobre el Brexit, la Premier League tendrá que adaptarse a partir del 1 de enero a las nuevas reglas de juego que se derivan, sobre todo en cuanto a los traspasos, aunque ciertos clubes esperan haber encontrado la solución.
Durante los últimos años, el peso de los futbolistas con el sello de la Unión Europea en el campeonato inglés no ha hecho más que crecer.
- De acuerdo a un estudio del Observatorio del Fútbol del Centro Internacional de Estudios Deportivos (CIES) de marzo de 2019, la proporción de minutos jugados por futbolistas de Europa continental pasó de un 36 a un 45% entre la temporada 2009/2010 y la 2018/2019, y la proporción de los goles marcados del 39,2 al 43,3%.
Una tendencia que debería atenuarse o incluso invertirse a partir de enero, con el fin de la libre circulación de los jugadores.
Desde el referéndum del 23 de junio de 2016, los clubes ya han sentido un primer efecto importante con el derretimiento de su poder adquisitivo.
- Los jugadores europeos estarán además sujetos a partir del 1 de enero, como los africanos, sudamericanos o asiáticos, a la obtención de un permiso de trabajo asignado en base a un sistema de puntos en función de su experiencia internacional, del nivel de su club de origen y de sus resultados.
Este sistema permitirá a la Premier League “seguir siendo capaz de fichar a los mejores jugadores para continuar siendo competitiva y estimulante”, quiere creer su presidente, Richard Masters.
Sin duda vamos a mirar más al mercado británico que a otro lugar. Creo que después de fin de año será difícil traer jugadores del continente”, reconoció el entrenador del Celtic de Glasgow, Neil Lennon.
Los clubes británicos, de nuevo sometidos a las reglas de la FIFA, tampoco podrán fichar jugadores menores.
Ya no se verá desembarcar en la isla, con 16 años, a los Cesc Fábregas y Paul Pogba, y el número de jugadores extranjeros de 18 a 21 años que podrá contratar un equipo se limitará a seis por año.