El último ensayo antes del Mundial de Qatar-2022 se completó en el estadio Lusail, último de los ocho recintos en finalizar las obras de construcción, con su inauguración este viernes en un partido que enfrentó a los campeones de Arabia Saudita y Egipto, Al Hilal y Zamalek.
“Es un momento emocionante para nosotros, el final de un recorrido de 13 años”, comentó Hassan Al-Thawadi, secretario general del comité supremo de organización, en los micrófonos de Bein Sports.
A 72 días del partido de apertura, entre Qatar y Ecuador el 20 de noviembre, se afronta “la última curva antes de la Copa del Mundo“.
Último test
El partido, precedido de un concierto del muy popular cantante egipcio Amr Diab, fue “el último test en la preparación de un estadio”, explicó el director general del comité de organización, Yasir Al-Jamal.
Fue un ensayo general, a pequeña escala, de lo que le espera al emirato del Golfo, anfitrión de la Copa del Mundo de Clubes en 2019 y 2020, y la Copa Árabe en 2021.
La cita, que recibió el nombre de Lusail Super Cup -ganada por Al Hilal en penales, 4-1 tras 1-1 en el partido-, se disputó con todas las entradas vendidas en un recinto con tonalidades doradas en su exterior y ante 80 mil personas, lo que lo convierte en el de más capacidad del torneo.
Entre 1 y 1,2 millones de visitantes están previstos que viajen al Mundial de Catar, país de cerca de 3 millones de habitantes (la mayoría expatriados, cuyas banderas se veían este viernes en las gradas).
Más de 2.45 millones de entradas de los 3 millones disponibles para el gran público se han vendido, antes de una última fase de venta en línea y en las taquillas que se completará este mes.
Debut prometedor
Para hacer frente a este volumen de visitantes, Catar reabrió el miércoles su antiguo aeropuerto. Utilizado desde 2014 para los vuelos de la familia real y las personalidades, así como para el ejército del aire, el aeropuerto de Doha servirá como conexión con El Cairo, lo que sirvió para que se desplazaran los aficionados del Zamalek.
En la frontera con Arabia Saudita, varios centenares de personas inauguraron este viernes una inmensa tienda que durante el Mundial servirá como punto de tránsito para los miles de saudíes que viajarán un día para asistir a alguno de los partidos.
“Entramos únicamente con nuestro pasaporte y nuestra tarjeta Hayya, en la que están nuestras entradas (que sirve de visado y del boleto de transporte), las cosas son sencillas y bien organizadas”, comentó Muhammad Mujahid, aficionado egipcio con residencia en Arabia Saudita.
“Esperamos que sea un debut prometedor para organizar una buena Copa del Mundo para todo el mundo árabe”, añadió otro aficionado del Zamalek, Ahmed Mohi El-Din Othman.
Juego de sombras y luces
La nueva ciudad de Lusail, donde se encuentra el estadio, es la cuna del Jeque Jassim Bin Mohammed Al Thani (padre fundador de Qatar en el siglo XIX) y está a 20 kilómetros al norte de la capital Doha. Durante el Mundial acogerá la final y otros nueve partidos.
El estadio Lusail, cuya construcción ha costado cerca de 700 millones de euros (702 millones de dólares), está inspirado “en el juego de sombras y luces que caracteriza a la linterna tradicional ‘fanar'”, precisó la organización.
“La forma y la fachada tienen motivos decorativos como cuencos y otros recipientes característicos de la edad de oro del arte y del artesanado del mundo árabe-musulmán”, añadió.
Antes de esta inauguración oficial, el recinto recibió un partido del campeonato de Catar entre Al Arabi y Al-Rayyan, disputado el 11 de agosto, además de una velada dedicada a la orientación de los 20,000 voluntarios el 2 de septiembre.