Renault dejará de producir motores para la Fórmula 1 a partir de 2026, anunció este lunes su escudería Alpine.
De esta manera, el constructor de automóviles francés terminará casi medio siglo de historia en la élite del automovilismo, en las que ha ganado dos títulos de pilotos (con el español Fernando Alonso en 2005 y 2006) y dos de constructores, además de 36 triunfos en Grandes Premios.
“La dirección de Alpine confirma su proyecto de transformación de su fábrica en centro de excelencia en ingeniería y alta tecnología a finales de 2024”, anunció la escudería francesa en un comunicado.
Las actividades F1 de Viry, fuera del desarrollo de un nuevo motor, se mantienen hasta finales de la temporada 2025, añadió la escudería sobre la fábrica que el grupo tiene en esa localidad de los Alpes franceses.
Renault 5 eléctrico
Renault presentó en febrero pasado en el Salón Internacional del Automóvil de Ginebra, el Renault 5 eléctrico, con el cual el grupo francés se propone “democratizar” el mercado de los coches con batería a partir de un modelo icónico.
El nuevo R5 permite a Renault proyectarse hacia el futuro abriendo el camino de la transición energética para millones de europeos, dijo el director general de la firma, Luca de Meo, antes de que dos coches de un amarillo chillón entren en escena del Salón de Ginebra.
Sus pilotos traseros verticales, sus colores vivos y sus asientos tallados se inspiran de su primer modelo, de 1972, pero también del más agresivo R5 Turbo, campeón de Francia de Rally.
Un indicador de carga sustituyó la rejilla de ventilación, símbolo de la reconversión a la electricidad.
El R5, que se ensambla en Douai (norte de Francia) y tiene un precio de partida de unos 25 mil euros (más de medio millón de pesos mexicanos), reemplaza a Zoé como modelo más asequible de la gama eléctrica y busca afirmarse como “emblema” del repunte del grupo, que en 2023 obtuvo excelentes resultados después de algunos años difíciles.
“La historia se repite”, aseguró de Meo, destacando que “como hace 50 años”, Renault se encuentra saliendo de un período difícil, y los franceses se ven enfrentados a una crisis general y una “inflación descontrolada”, en tanto que el mercado automovilístico a “nuevas expectativas” sociales.