El sindicato de futbolistas profesionales de Francia presentó este martes una denuncia por el presunto acoso laboral y extorsión que ejercerían los clubes para apartar deliberadamente determinados jugadores y forzar su traspaso o la renovación de su contrato, anunció a la AFP su abogado.
Según la denuncia, consultada por la AFP, los clubes impondrían a los jugadores “un aislamiento brutal y múltiples presiones” para obligarlos a prolongar su contrato o, por el contrario, a aceptar un traspaso, una forma de deshacerse de ellos asegurándose una indemnización.
La Unión Nacional de Futbolistas Profesionales (UNFP) francesa, que no denuncia a ningún club en concreto, cita no obstante una lista de unos 50 jugadores sometidos a esta práctica conocida como “loft”, pero que no participaron en la preparación de la acción judicial.
Entre ellos figura el campeón del mundo Kylian Mbappé, quien no disputó ningún partido con su club, el Paris Saint-Germain, entre el 19 de junio y el 19 de agosto de 2023.
El sindicato acusa a la federación internacional FIFA de participar en esta “extorsión”, imponiendo un “marco” que sitúa al club en una “posición dominante”.
Un futbolista está vinculado a su club por un contrato temporal. Si es traspasado antes de que finalice, el club recibe una indemnización por ruptura de contrato por parte del nuevo equipo del jugador, lo que no ocurre si cambia una vez finalizado.
Durante el período de traspasos, algunos clubes colocan a los jugadores de los que quieren desprenderse en una reserva llamada “loft”, que implica acabar con los entrenamientos, los viajes y los partidos con la plantilla profesional.
“El club impide al jugador ejercer su actividad profesional en condiciones normales, por lo que el deportista ya no puede prever el cumplimiento de su contrato hasta el final de su vigencia”, resume la denuncia.
El futbolista que quiere regresar a la competición tiene entonces dos opciones: abandonar el club o prolongar su contrato.
Para los abogados de la UNFP, Julia Minkowski y Léon del Forno, esta práctica muy extendida conlleva “infracciones penales”, en concreto extorsión y acoso, según un comunicado enviado a AFP.
El sindicato lamenta no obstante que pocos jugadores denunciaran a sus clubes por temor a “represalias”. Entre las excepciones, figura el exguardameta Stéphane Ruffier, que el lunes logró condenar al club Saint-Étienne al pago de 850 mil euros (925 mil dólares) de indemnización.