El tenis volvió el viernes a las canchas de Melbourne, con un programa muy cargado y formatos adaptados para recuperar el tiempo perdido, después de que todos los jugadores dieron negativo al coronavirus tras un caso registrado en un hotel del Abierto de Australia.
“Todos los tests realizados ayer (…) dieron negativo”, según un tuit divulgado este viernes en la cuenta oficial del torneo australiano.
En total, 507 personas tuvieron que someterse a pruebas de diagnóstico y a aislarse en sus habitaciones del hotel mientras aguardaban los resultados. De ellos, 495 recibieron los resultados primero y los otros 12 tuvieron que esperar más tiempo para saber si podrían seguir jugando.
Los encuentros habían sido suspendidos el jueves.
El director del Open, el australiano Greg Tiley, en unas declaraciones a la radio 3AW de Melbourne se había mostrado confiado en que los espectadores podrán asistir a los partidos preliminares del Abierto de Australia que se inicia el lunes.
“Los espectadores estarán autorizados presencialmente y nosotros seguimos vendiendo entradas”, agregó.
“El lugar será un lugar sumamente seguro”, prometió Tiley. “Hay controles, el rastreo de los contactos y distancia física”.
Los programas de las seis competiciones preparatorias del Abierto de Australia se han publicado.
Todos los partidos de simples de los tres torneos WTA 500 se han acortado y habrá un súper tie-break en diez puntos ganadores en el eventual 3º set. En el caso de los hombres, no se ha anunciado ningún cambio de formato, pero todos los 8º y los 4º de los dos torneos ATP 250 se jugarán el viernes. No se han anunciado cambios en la ATP Cup.
Todo esto porque medio millar de personas -jugadores y personal acreditado- que pasaron la cuarentena en el hotel Grand Hyatt, donde un empleado dio positivo el miércoles al coronavirus, tuvieron que someterse a una nueva prueba de diagnóstico el jueves y aislarse de nuevo, tras una primera cuarentena más o menos estricta de 14 días a su llegada a Australia.