La vida pende de un hilo entre las cuerdas, porque en el ring todo pasa.
En el último mes y medio, el boxeo ha puesto temas sobre la lona, como los recientes casos de tres pugilistas profesionales que tuvieron diferentes destinos, todos cercanos a la muerte.
En este negocio, el de los puños, de los resultados se pueden encontrar causales distintas que alejan el deportivismo y trasforman a los protagonistas en meros instrumentos de terceros. Así lo han documentado las drogas, las apuestas, los arreglos debajo del cuadrilátero…
Y un factor clave, desde luego, es el dinero, como advirtió Gabriel “Torito” Mira, el primer mexicano que peleó contra Manny Pacquiao.
“Todos estos casos de muertes en el ring, de decesos en el ring, para mi punto de vista surgen porque no hay una preparación previa al combate, todas las peleas las agarran y dicen acepto la pelea porque de alguna manera les pagan un buen dinero o simplemente porque quieren salir del país, quieren viajar”, dijo el exboxeador.
El “Torito” Mira no descarta, en esta baraja negra, el engaño a los jóvenes boxeadores:
“Los contratan en cierta categoría, en cierto peso y llegando al evento, no pues qué crees que tiene que ser menos pesaje, y lógicamente los hacen bajar, los hacen dar el peso que les están pidiendo, entonces es ahí cuando el problema viene con la salud del boxeador”.
Rememoremos: Alejandra Ayala, en súperwelter, casi pierde la vida el 13 de mayo pasado; el 4 de junio, Simiso Buthelezi sufrió un derrame cerebral y 4 días después falleció; y el 25 de junio en Canadá, la mexicana Alma Ibarra no pudo con los golpes de su adversaria al grado que suplicó a su manager parar la pelea. Hace unas horas anunció su retiro del box…
¿Gajes del oficio o manipulación para que los de pantalón largo se embolsen grandes sumas a costa de quienes sueñan con la gloria?