Alemania reactivó la primera planta de carbón que se encontraba en situación de “reserva” para destinarla al consumo eléctrico, mientras destina el gas ruso que sigue suministrando el gasoducto Nord Stream a llenar sus depósitos de cara al invierno.
El propósito de la Agencia Federal de Redes (Bundesnetzgentur) es no utilizar más el gas para el suministro eléctrico, según informa el semanario “Der Spiegel”.
Por el momento, sólo se plantea reactivar una planta en Baja Sajonia (centro del país), de acuerdo con el plan aprobado el pasado 14 de julio por el Ministerio de Economía y el Clima, que implica de facto un replanteamiento del calendario del adiós a esa energía fósil.
El ministro de Finanzas, el liberal Christian Linder, se pronunció ya el pasado fin de semana a favor de no utilizar más gas para el consumo eléctrico.