El robo de gas y sus consecuencias han crecido a marchas forzadas en México, en 2020 se encontraron más de 23 mil tomas clandestinas, lamentó el presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado y Empresas Conexas (Amexgas), Carlos Serrano.
El empresario, quien calificó el asunto como un problema “gravísimo”, recordó que el robo de gas licuado de petróleo costó en México el año pasado más de 30 mil millones de pesos.
Los grupos armados se están adueñando de las rutas (de distribución) y están imponiendo condiciones que no benefician al consumidor final y que ponen en riesgo a la sociedad”, denunció el presidente de Amexgas.
Los robos se inician en gaseoductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) y en centros de almacenamiento y distribución de la empresa “por temas de corrupción”, precisó Juan, nombre ficticio del responsable de seguridad en una distribuidora de gas.
El hombre, quien prefirió guardar el anonimato por miedo a represalias del crimen organizado, detalló que la problemática se concentra en los estados del centro de México, principalmente en Veracruz, Puebla, Tlaxcala, Hidalgo, Querétaro, Ciudad de México, Estado de México y Guanajuato.