El mayor banco español, el Santander, anunció este miércoles haber sufrido una pérdida neta de 8 mil 771 millones de euros (10 mil 500 millones de dólares) en 2020, por las provisiones y las depreciaciones de activos provocadas por la pandemia.
El resultado coincide con las previsiones de los analistas interrogados por el proveedor de servicios financieros Factset, que proyectaba una pérdida de 8 mil 650 millones de euros.
En el cuarto trimestre, el banco logró un beneficio neto de 277 millones de euros, aunque por debajo de los 526 millones de euros que proyectaban los analistas.
En el segundo trimestre, en plena primera ola de coronavirus en Europa, el Banco Santander registró las primeras pérdidas netas de su historia, unos 11 mil 130 millones de euros.
Las desastrosas perspectivas económicas de la economía mundial obligaron a la empresa a revisar a la baja el valor de varias de sus filiales, especialmente la del Reino Unido creada en los años 2000 tras comprar varios pequeños bancos a un precio elevado.
Las perspectivas de beneficios que esas adquisiciones debían aportar se hundieron a causa de la pandemia y tuvieron un impacto negativo en las cuentas por valor de más de 10 mil millones de euros.
Además, el Banco Santander tuvo que provisionar en 2020 más de 12 mil millones de euros para cubrir los riesgos de impago de créditos, una dotación que representa un 47% más que el año anterior.