Economía

CFE cada vez más cerca de la cobertura universal del servicio: Bartlett

Manuel Bartlett participa en la reunión de embajadores y cónsules.

En el marco de la Trigésima Cuarta Reunión de Embajadores y Cónsules 2023, organizada por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Manuel Bartlett Díaz, director general de la CFE, habló sobre seguridad y soberanía energética, así como del fortalecimiento de la institución. 

Durante su intervención, Bartlett Díaz expresó que CFE es hoy una institución ejemplar, que retoma y cumple sus objetivos históricos, anteponiendo una visión social que ha puesto al país cada vez más cerca de la cobertura universal del servicio, superando por primera vez el 99%, y que llevará a los mexicanos más y mejores oportunidades de vida y de desarrollo, con electricidad y ahora con telecomunicaciones y comercialización de combustibles. 

1.                 Antecedentes de la CFE

En 1937, el presidente Lázaro Cárdenas promulgó el decreto que dio origen a la CFE. Ahí se expresó su objetivo central: “organizar y dirigir un sistema nacional de generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, basado en principios técnicos y económicos, sin propósitos de lucro y con la finalidad de obtener, con un costo mínimo, el mayor rendimiento posible en beneficio de los intereses generales.”

Para 1960, el Presidente López Mateos, adquiriría a las compañías extranjeras que, interesadas en instalarse únicamente donde les fuera redituable, conformaban un caótico sistema eléctrico.

Con la nacionalización de la industria eléctrica, el artículo 27 constitucional otorgaría exclusividad a la Nación para conducir, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica que tenga por objeto la prestación de servicio público. Este acto derivó en un decidido impulso al desarrollo nacional.

En 1992, en el marco de la negociación del Tratado de Libre Comercio, mediante cambios en leyes secundarias, inconstitucionalmente se permitió la entrada de actores privados en la generación eléctrica, a través de los esquemas de autoabasto, cogeneración o generación independiente.

2.                 Agravios a la CFE

Cada uno de los titulares del Ejecutivo Federal (Zedillo, con una iniciativa no aprobada, Fox con una reforma al reglamento de la Ley y Calderón con su reforma energética de 2008) realizaron diversos intentos por entregar el estratégico recurso energético a manos privadas. Pero no sería hasta el 2013, con Peña Nieto, que se producirían los cambios constitucionales que acorralarían casi al punto de la asfixia a la CFE.

Múltiples son los agravios que esta legislación acarrea, mencionaremos sólo los más relevantes:

•      CFE fue fragmentada en 9 subsidiarias y 4 filiales bajo el garlito de la competencia para desaparecer después a CFE.

•      Las reglas del mercado simulado impiden que CFE suba su energía a la red para comercializarla, orillándola a cumplir con su responsabilidad de suministrar a 54 millones de hogares a través de la compra de electricidad a los privados.

•      Los generadores independientes y las sociedades de autoabasto provienen de la reforma de 1992, pero se preservan en la reforma de Peña mediante un artículo transitorio que les garantiza todas sus prerrogativas originales, a condición de no violar la nueva ley, que indiscutiblemente violan.

•      CFE fue obligada a firmar contratos desfavorables por 25 años con los generadores independientes. Al finalizar el contrato, los privados han recuperado entre 3 a 4 veces su inversión original y, además, mantienen la propiedad de la central, convirtiéndose en competidores de la propia CFE.

•      Adicionalmente, se inventan supuestos excedentes, cuando su esencia legal es entregar el total de su producción a la Comisión, que comercializan en un esquema de autoabasto o en el supuesto mercado de manera ilegal.

•      La otra figura son las llamadas sociedades de autoabasto, también mantenidas por el artículo transitorio. Existen 110 sociedades fraudulentas que venden energía a más de 70 mil supuestos socios, lo que está prohibido por la ley.

•      Entre los 70 mil consumidores beneficiados de este esquema se encuentran bancos, supermercados, farmacias, cerveceras, mineras, cementeras, empresas de telecomunicaciones, toda una élite oligárquica que no paga lo debido, frente a millones de mexicanos que deben cubrir estrictamente su consumo.

•      La Reforma también creó y fortaleció Organismos Reguladores, supuestamente independientes, con los que se arrancó al Estado funciones esenciales. Son los responsables de la regulación mercantil y antinacional que asfixia a CFE, actuando, además, con franca irresponsabilidad al otorgar permisos de generación indiscriminadamente, sin criterio técnico ni justificación, abonando al caos que ha imperado en el sistema eléctrico.

•      Uno de estos organismos constitucionales autónomos es la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE), antagonista a todas las acciones que en materia energética ha emprendido la presente administración. Su persecución permanente en contra de la CFE bajo la argucia de “libre competencia” la posiciona como la principal promotora de la guerra judicial, o “lawfare”, instrumentada en contra de la Comisión.

•      El lawfare es el uso estratégico de la ley con el propósito de deslegitimar, dañar o aniquilar al enemigo. En el lawfare, las normas legales se convierten en armas. Con esto buscan obstruir, ralentizar o incluso detener por completo la operación de la Comisión Federal de Electricidad.

•      Para este fin incluso crearon sus propios tribunales en materia de competencia, figura clave en la guerra judicial al conformar un entramado institucional y legal, diseñado para proteger y garantizar privilegios a privados.

•      Cada acción de rescate ha sido respondida con un uso estratégico y tendencioso de la ley.

•      Ejemplo de esto fue la ofensiva legal que estos grupos de interés desplegaron en respuesta a la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica. Interpusieron 270 amparos, 1 acción de inconstitucionalidad signada por una minoría de senadores opositores, además de una controversia constitucional iniciada por la COFECE. La Suprema Corte, sin embargo, declararía como constitucional esta reforma.

3.                 Rescatar a la CFE se está cumpliendo

La CFE en 2018 se encontraba en peligro de extinción. Hoy es una institución fortalecida, que ha recuperado su liderazgo en el sector eléctrico mexicano, que invierte en la construcción de 16 centrales nuevas de generación, que representan más de 8 mil Mega watts de capacidad e inversión superior a los 9 mil millones de dólares.

Se apuesta por la electricidad limpia con la renovación total de hidroeléctricas o la pionera Central Solar de Puerto Peñasco y los 1,000 MW que producirá para toda la región norte, especialmente la península de Baja California.

CFE es hoy una institución ejemplar. Es parte central de los proyectos emblemáticos del Presidente: el Tren Maya, el Transístmico, Internet para Todos y los Bancos del Bienestar. Retoma y cumple sus objetivos históricos, anteponiendo una visión social que ha puesto al país cada vez más cerca de la cobertura universal del servicio, superando por primera vez el 99%, y que llevará a los mexicanos más y mejores oportunidades de vida y de desarrollo, con electricidad y ahora con telecomunicaciones y comercialización de combustibles.

Lo que es primordial es que el Sistema Eléctrico Nacional, del que depende todo el desarrollo nacional debe estar en manos del Estado mexicano, como históricamente lo ha sido.

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