China anunció este jueves nuevos aranceles para los vinos australianos, que se suman a las fuertes tasas contra la competencia desleal introducidas el mes pasado en un contexto de tensiones diplomáticas.
Las relaciones entre los dos países empezaron a deteriorarse a partir de 2018, cuando Australia excluyó al gigante chino de las telecomunicaciones Huawei, de la construcción de la red 5G, alegando razones de seguridad nacional.
Después, se tensaron aún más, cuando Canberra, la capital de Australia, pidió en abril una investigación internacional independiente sobre el origen del Covid-19. Una demanda que Pekín considera que estuvo motivada por razones políticas.
Los nuevos aranceles antisubvenciones, de entre 6,3 y 6,4%, se aplicarán a partir del viernes y son consecuencia de una investigación iniciada en agosto, según el Ministerio Chino de Comercio.
Estos se suman a las tasas compensatorias anti’dumping’ (de 107,1 a 212,1%) que China impuso en noviembre al vino australiano.
La autoridad encargada de la investigación ha determinado, a título preliminar, que hay subvenciones a los vinos importados de Australia, que la industria vinícola (china) ha sufrido un daño importante y que hay una relación entre estas subvenciones y el daño importante”, señala el Ministerio.