El Régimen Simplificado de Confianza (RSC) que se aplicará con la Miscelánea Fiscal 2022, busca, ante todo, justicia tributaria.
Reducirá significativamente el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR) para buena parte de la población más golpeada por la pandemia.
Los dueños de más de dos millones de micro y pequeños negocios, todos los profesionistas que cobran por honorarios y quienes rentan una vivienda o local.
Además de aquellos que laboran en actividades agrícolas, ganaderas, pesqueras y silvícolas.
Actualmente el pago mensual del ISR es de 1.9% y aumenta gradualmente hasta 35%, dependiendo del ingreso de cada contribuyente y el nivel fiscal al que pertenezca.
El nuevo Régimen Simplificado de Confianza pretende que a partir del próximo año, el ISR tenga una tasa fija, beneficiando a 8 de cada 10 de personas físicas y MIPyMES.
Por ejemplo, para quienes perciben ingresos de 25 mil pesos mensuales, únicamente deberán pagar el uno por ciento del ISR, es decir, 250 pesos.
Para los que ganen 50 mil pesos, la tasa será de 1.1%, pagando al fisco 550 pesos.
El cobro del ISR será de un máximo de 2.5% para quienes perciban 291 mil 666 pesos mensuales, pagando al SAT 7 mil 291 pesos
Eso, si, los contribuyentes que opten por este nuevo régimen no podrán hacer deducciones y no aplica para los asalariados.
Se simplifican cinco trámites para que los contribuyentes puedan pagar sus impuesto de manera sencilla, sin necesidad de un contador.
Los ingresos de los contribuyentes estarán precargados en el sistema del SAT, por lo que únicamente se requerirá de la firma electrónica actualizada para que se genere automáticamente la línea de captura y se realice el pago.
Solamente las personas pagarán el impuesto cuando a su vez hayan cobrado los ingresos, lo cual es también es benéfico porque evidentemente lo que busca que la gente tenga dinero para pagar los impuestos, por eso es conforme a flujo de efectivo y las tasa que podemos observar son tasas realmente bajas”, explicó Jesús Alvarado Nieto, vicepresidente IMCP.
Con este régimen ganan todos, los pequeños contribuyentes, y el Gobierno, pues el objetivo es aumentar hasta un 30% la base de contribuyentes y recaudar un billón y medio de pesos, perdidos en la informalidad.
La informalidad ya sabemos que es del 50%. ¿Qué quiere decir eso al final del día? Que anda ahí en la economía y en la calle, por lo menos un billón y medio de impuestos que se pueden recuperar”, señaló Raquel Buenrostro Sánchez, jefa del Servicio de Administración Tributaria.