Las criptomonedas, sistema monetario alterno, oculto y distante de las regulaciones de Gobiernos e instituciones tradicionales, se han erigido en una opción cada vez más robusta para la inversión de riesgo.
Su alta volatilidad expone a los interesados lo mismo a ganancias súbitas que a pérdidas abismales.
Bitcoin, la moneda pionera y de mayor demanda y crecimiento, se compraba hace menos de diez años en sólo doce dólares. Hoy su valor es equivalente a casi 37 mil 500 dólares o 750 mil pesos, al tipo de cambio actual.
Actualmente hay más de cinco mil 500 alternativas de criptomonedas.
El modelo creado por un grupo identificado como Satoshi Nakamota en 2008, comprobó que era posible transferir dinero de manera remota sin el pago de comisiones y al margen de los sistemas establecidos.
Lo llaman el dinero del futuro, pero el riesgo de fraudes inhibe a los Gobiernos a permitir su libre operación, pero el mercado existe, porque no necesita permiso.
En Bolivia, por ejemplo, esto está prohibido. Todo el tema de criptomonedas está prohibido. Está prohibido de alguna manera a voz, pero la gente puede operar”, mencionó Javier Trujillo, experto en criptomonedas.
Sin embargo, la inviolabilidad de sus operaciones acaba de ser puesta a prueba. El Gobierno de Estados Unidos anunció que recuperó la mayor parte de los casi 4 millones y medio de dólares pagados con bitcoins a los secuestradores cibernéticos que frenaron la operación del principal oleoducto de Estados Unidos.
El FBI se apoderó con éxito de las ganancias delictivas de una billetera bitcoin que los actores del ransomware dark side utilizaron para cobrar un pago de rescate cibernético de una víctima”, explicó Paul Abatte, subdirector del FBI.
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