Cientos de empleados de Twitter abandonarán la empresa luego del ultimátum del nuevo dueño de la red social, Elon Musk, de dejar de trabajar de manera remota y estar activos para “largas horas con alta intensidad, o que se vayan”.
En las salidas se contarían a ingenieros responsables de corregir errores y evitar interrupciones del servicio, lo que ahora genera dudas sobre la estabilidad de la plataforma.
En su requerimiento de ayer, el nuevo dueño de la compañía de redes sociales había advertido a su plantilla que quienes se quedaran tendrían que “maximizar el trabajo desde una oficina” y “trabajar las horas necesarias para hacer su trabajo al más alto nivel”. Y aunque hoy el empresario envió un correo electrónico a todo el personal en el que parecía suavizar su postura sobre el teletrabajo para intentar persuadir a muchos a quedarse, eso no impidió que partieran, señalan medios.
Musk había advertido al personal que planeaba seguir con su compromiso de “construir” una nueva y mejorada versión de Twitter. En este contexto, el recorte de personal, más allá de una medida para tratar de disminuir los costos, se concibe para hacer la empresa lo más competitiva posible, al mismo tiempo que brinda la oportunidad de purgarla de trabajadores descontentos.
De cualquier modo, los despidos masivos en tan corto tiempo han generado dudas sobre cómo Twitter logrará seguir operando de manera efectiva y eficaz.
A fines de octubre, el magnate cerró finalmente un acuerdo de 44 mil millones para la compra de Twitter. Prometió liberalizar la política editorial de la red social, que ha sido muy criticada por su dura censura, así como replantear enfoques en cuanto a la moderación de contenidos o prohibiciones permanentes y convertir esa red en “la fuente de información más precisa” del mundo.
Al parecer, el multimillonario ha cifrado realmente grandes esperanzas en la plataforma y afirma que podría convertirse en una de las compañías más valiosas del mundo, a pesar de que, actualmente, ha perdido una gran cantidad de ingresos, circunstancia por la que Musk culpa a aquellos activistas que presionan a los anunciantes para que dejen de pautar.
En consecuencia y para tratar de disminuir los costos, el empresario anunció despidos masivos y eliminó los días de descanso extra para los que queden en sus puestos.