A continuación, se explican las extraordinarias acciones que tomó la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para restablecer al 100% la energía eléctrica, en las zonas afectadas de México:
Las fuertes nevadas de la semana pasada en Estados Unidos provocaron una gran demanda de gas natural en ese país para uso residencial, comercial y generación de electricidad.
Como era de esperarse, los intensos fríos ocasionaron el cierre de plantas de gas y la congelación de los ductos que transportan el gas que llega a México de ese país, especialmente de Texas.
Y claro, los precios del gas natural se dispararon 200%.
Para el domingo ya se registraban los primeros cortes al servicio de energía eléctrica en algunos estados del norte de nuestro país, derivados de la reducción en el suministro desde EUA.
Para el martes, en México ya había 13 ductos y 15 centrales eléctricas afectadas, así como 4.7 millones de mexicanos sin luz.
Ante ello, la CFE puso en marcha, de inmediato, un plan de acción para mitigar el impacto.
Generó energía con otras fuentes ante la falta de gas texano. Por ejemplo, echó mano del combustóleo y diésel, ambos, proporcionados por Pemex, además de carbón.
Así, el norte y noreste del país recibieron energía generada desde estados del sur.
Se produjo lo que ha sido, sin duda, una hazaña: restablecer el servicio eléctrico en medio de esta terrible crisis, en tan sólo dos días.
Y luego de este episodio ¿a quién debemos culpar?… ¿al clima extremo o a la dependencia del gas de Texas?
Pues a ambas. Pero sin duda, y en mucho mayor medida, a la dependencia que se generó en el país del gas extranjero, durante los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Lo cierto es que este hecho desnudó la vulnerabilidad de México en la materia y la necesidad de fortalecer el sector.
Lea este dato: la CFE está impedida para invertir en almacenamiento de gas, únicamente puede contratarla, y todo esto derivado de la Reforma Energética de Peña Nieto, que fue aprobada en el Congreso, con ‘moches’ y sobornos a priistas y panistas.
Por eso la urgencia de recuperar la soberanía energética, mediante la iniciativa presidencial que ya se discute en la Cámara de Diputados.