Economía

Cuándo se desvirtuó el objetivo del outsoursing

En tiempos de pandemia, Verónica agradece conservar su trabajo… Se abre paso en una empresa que ofrece servicios de mantenimiento industrial.

 

Le gusta lo que hace, aunque no le da mayor motivación. Es empleada del régimen de outsourcing o subcontratación laboral.

 

 

Gano 8 mil pesos y pago una renta de 3 mil 500, todavía tengo que comprar despensa, todavía tengo que pagar mi pasaje, entonces mi utilidad viene siendo nula si no es que muy poca”, comentó Verónica.

 

 

Con estudios de ingeniería en escuela particular, dijo que su sueldo es tres veces menor del que realmente debería ganar.

 

Si a mí me contrataran de la empresa estaría recibiendo lo que realmente un ingeniero debería recibir, incluso ganas menos que los becarios porque ellos están medio tiempo y yo estoy tiempo completo”, añadió.

 

Como Verónica, 4.5 millones de personas en México llevan ingresos a casa bajo la subcontratación laboral.

 

A este tipo de contratación, el outsourcing, se le ha llamado la esclavitud de este siglo; se oficializó en 2012 como impulso a la creación de empleos. Y la figura está presente en prácticamente todo el mundo.

 

Manpower Group, agencia global especializada en outsourcing, defiende que en su origen este esquema fue una alternativa para personas a quienes tradicionalmente se les ha cerrado las puertas.

 

Somos la puerta de entrada, como ya decía, a grupos tradicionalmente sujetos a discriminación laboral como pueden ser mujeres, jóvenes, adultos mayores, refugiados y personas con discapacidad, porque abrimos esta puerta de flexibilidad para que en las organizaciones encuentren un empleo formal, pretendemos en todo el mundo dar trabajo digno y significativo”, expuso Mónica Flores, presidenta de Manpower Group para América Latina.

 

Pero al poco tiempo, entre empresarios, se vio que era una forma ideal para pagar menos sin otorgar prestaciones sociales.

 

Y luego, con la presión de empresas esclavizantes, el outsourcing se hizo legal en gobiernos sin el mínimo interés en defender a los trabajadores.

 

Desde hace décadas se emplea para ofrecer mano de obra o servicios especializados. Pero en el camino se desvirtuó, coinciden especialistas.

 

Una cosa es subcontratar trabajadores que es a lo que se refiere y otra cosa es encargar a otras empresas lo que es el outsourcing original, el surtirse de afuera de ciertos productos”, expuso Carlos de Buen Unna, abogado laboralista.

 

 

El abogado laboral, Arturo Alcalde, explicó los actos de simulación en los que han incurrido diversas empresas bajo ese régimen. Lo describió como “cáncer”.

 

Cáncer laboral porque violentaba todo el escenario laboral a partir de un acto de simulación en donde se generaba una triangulación. Una persona que presta un servicio, otra que lo recibía y otra que se ponía en medio y decía yo soy el patrón sin serlo”, expresó.

 

Y advirtió que son varios los tipos de subcontratación laboral.

 

Desde las factureras más brutales donde a los trabajadores los tienen, o en salario mínimo o se les paga en efectivo; hasta grandes empresas llamadas de servicio donde aparece un patrón falso”, indicó.

 

Los especialistas aclararon que este tema no es nuevo. Los trabajadores tienen décadas en esas condiciones, incluso, con la actitud permisiva de otros gobiernos.

 

Se les ha venido explotando terriblemente en este tema de la subcontratación por lo menos desde los años 80s, osea tenemos ya 40 años fácilmente de estas prácticas nocivas que se reducen a una palabra, simulación de relaciones laborales”, comentó Carlos de Buen.

 

Muy pronto, esa explotación terminará… Entraron en vigor las reformas que regulan la subcontratación laboral y prohíben la simulación.

 

Creo que entramos en una nueva etapa, por eso digo que es histórico, es trascendental”, enfatizó Napoleón Gómez Urrutia, presidente de la Comisión de Trabajo en el Senado.

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