Para no “desembolsar” grandes cantidades de dinero, existen empresas que
se niegan a adquirir equipos que hagan más eficiente el uso de energía, según la perspectiva de la Asociación Mexicana de Eficiencia Energética (Amener).
Esta asociación aglutina a empresas dedicadas a instalar sistemas de monitoreo y control energético en
edificaciones comerciales, residenciales, industriales, y gubernamentales. De esta forma, ofrece soluciones con equipos eficientes que reducen el consumo energético de sus actividades y necesidades cotidianas. Por ello, su opinión está sustentada en la experiencia con determinadas empresas.
Raúl Ortega, presidente de Amener, reconoció que,
“hay compañías que se resisten a invertir en un proyecto para ahorrar energía a través de métodos eficientes de consumo de la electricidad, incluido Tamaulipas, estado donde se llevó a cabo el foro virtual “Eficiencia y Transición Energética: potencial y oportunidades”.
El evento fue organizado por la Comisión de Energía Estatal y tuvo como finalidad convocar a la
micro, pequeña y mediana empresa a involucrarse a través del apoyo de la banca privada y gobiernos para evitar en sus procesos el uso del carbono.
A veces se “arropa” más a la publicidad
El director de Amener hizo hincapié en la relevancia de la cuestión financiera porque ello,
“permite que los proyectos sean viables y se realicen. En muchas ocasiones, los dueños de las empresas se encuentran conflictuados entre invertir en una medida de eficiencia energética o gastar en publicidad, una línea de producción o inventario. Siempre hay una serie de elementos que compiten en los usuarios de energía”.
Opinión especializada
En este sentido, Luis Salomón Arguedas, especialista en eficiencia del uso de recursos y energías limpias de la Corporación Financiera Internacional, hizo un análisis en 2016, sobre el ahorro que ciertas compañías deberían implementar a fin de reducir costos, como la electricidad. Y, por tanto, aumentar su productividad.
Si concebimos a la gestión empresarial como el manejo eficiente de recursos para aumentar la productividad y competitividad de una organización, nos referimos a una disciplina en extremo complicada, aseguró en ese entonces.
“Por lo general, una empresa consolidada cuenta con diferentes sistemas de gestión (calidad, ambiental, social, conocimiento), por lo que la cultura de estandarizar, medir, monitorear, planear y verificar es parte de su quehacer diario. Otras, en cambio, aún tienen un amplio camino por recorrer. Como sea, la implementación de un Sistema de Gestión de la Energía (SGEn) garantiza el establecimiento de una serie de pasos que permiten profundizar una cultura de gestión establecida, o constituirse como el primer paso en la dirección correcta”, resaltó.