En materia de generación de energía, Oaxaca es buen ejemplo de cómo algunas empresas han abusado de las comunidades con las energías limpias.
De ello dio cuenta la periodista, Diana Manzo, quien documentó cómo empresas extranjeras y nacionales han privatizado los vientos de la región del Istmo de Tehuantepec, en perjuicio de los habitantes.
Actualmente hay 28 parques eólicos que han instalado mil 500 aerogeneradores o turbinas en una franja de 100 mil hectáreas, gracias a contratos discrecionales o adjudicaciones directas.
Los contratos están pactados por 30 años, pero no hay un contrato unificado. Lo que se descubrió en este tema de energías limpias es que los contratos solo son de 1%, a diferencia de que, en España, en Holanda, en otros lugares donde están estas energías renovables pagan el 4%, allí es donde ya no se ve lo limpio de estas energías”, Diana Manzo.
¿Y cuánto representa la ganancia de los arrendatarios por el uso y explotación de sus tierras?
Las empresas, por ejemplo, algunas pagan mil pesos por hectárea arrendada al año, es decir, alrededor de 90 pesos mensuales, pero como los paga en seis meses, la gente cuando lo ve dice “Wow, estoy ganando 12 mil pesos, estoy ganando seis mil pesos”, añadió la periodista.
De los 28 parques eólicos en la región del Istmo de Tehuantepec, sólo uno se realizó por medio de una consulta popular: el parque eólico del sur, en Juchitán.
Allí la empresa Mitsubishi prometió beneficios para los habitantes, que no ha cumplido.
Dijeron que iba a ver una turbina que iba a otorgar energía eléctrica gratuita, para el pueblo que hasta el día de hoy no se ha cumplido, sí hay el acuerdo de que hay una disminución, o sea los recibos de energía eléctrica de la gente de Juchitán tiene un apartado que dice como aditivo como descuento”, agregó.
La periodista señaló que, si bien los empresarios pagan impuestos a la federación, algunos se han amparado para evitar retribuir a los municipios por la generación de la energía eólica.
Hoy los pobladores, dice Diana Manzo, se dicen engañados y buscan renegociar los contratos.
Pudiéramos juzgar que pecaron de ingenuos, pero así fue, nuestros campesinos y a pesar de que es gente estudiosa no se sabe en realidad lo que firmaron”, puntualizó Manzo.
Allí donde se han asentado las energías sustentables, se dio paso a la contaminación auditiva, la violencia entre familias y dejó de llover, afirma la periodista.