En Nueva Zelanda entró en vigor un aumento al salario mínimo y un alza de impuestos a los más ricos, como parte del plan de la primera ministra Jacinda Ardern para luchar contra la desigualdad.
El programa pretende impulsar la economía luego de los efectos negativos derivados de la pandemia, en donde este país ha sido ejemplo pues sólo se han registrado 26 fallecimientos.
A partir de este jueves 1 de abril los gravámenes se incrementan de 33 a 39% para las personas con ingresos anuales mayores a 180 mil dólares neozelandeses.
La medida sólo afectará al 2% de los contribuyentes.