Economía

EUA prohíbe vehículos que incluyan tecnología china o rusa

El gobierno de EUA apuntó que estas prohibiciones buscan garantizar la seguridad nacional y la vida privada de sus ciudadanos.

El gobierno estadounidense anunció la prohibición para vender vehículos en su territorio que utilicen tecnología china o rusa por considerarlos un riesgo para su seguridad nacional. 

En un comunicado, la Casa Blanca señaló que el Departamento de Comercio emitió su normativa definitiva que prohibirá la venta e importación de sistemas de hardware y software de vehículos conectados, así como de vehículos completos procedentes de China y Rusia.

La Administración de Joe Biden justificó la medida porque la presencia en las cadenas de suministro de adversarios extranjeros hacen que los sistemas y componentes de estos vehículos (desde wifi, bluetooth o conexión por satélite) supongan una “significativa amenaza en la mayoría de los autos presentes en la carretera hoy día”.

Hasta el momento, los automóviles vendidos en Estados Unidos no contienen componentes de origen ruso. De modo que, la prohibición se centra en prevenir cualquier posible integración futura de tecnologías de países considerados adversarios.

Aunque en la actualidad no se comercializan en la Unión Americana vehículos conectados de producción china. El fabricante del Grupo Volvo, Polestar, tiene en su modelo Polestar 2 un 95% de contenido chino, el cual ha ido ganando terreno en el mercado estadounidense.

En 2024, Polestar informó ventas globales de aproximadamente 70 mil unidades, siendo Estados Unidos un contribuyente importante a esta cifra.  

Estas prohibiciones de software entrarían en vigor a partir del modelo 2027 y las de hardware en 2029. También se incluye la prohibición a las automotrices chinas de probar automóviles autónomos en carreteras estadounidenses. 

Contra nuevas regulaciones 

En medio de estos anuncios está la postura de Elon Musk, dueño de Tesla, quien criticó las nuevas regulaciones y sostuvo que los requisitos podrían dar lugar a una “enorme e innecesaria carga regulatoria”.

La compañía produce vehículos en su planta de Shanghái para el mercado chino y otros mercados internacionales, mientras que los vehículos destinados al mercado estadounidense se fabrican principalmente en la planta de California

Es necesario decir que Tesla mantiene relaciones comerciales con proveedores chinos, especialmente en el suministro de baterías. 

Sobre estas prohibiciones, en los próximos días se verá la postura que tome  la administración entrante de Donald Trump que asumirá el cargo el 20 de enero.

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