Economía

FMI recorta a 1.6% previsión de crecimiento para América Latina

El FMI pronostica que la economía de Brasil se expanda 0.9% y la de México 1.8%.

La economía de América Latina y el Caribe crecerá 1.6% este año, 0.2 puntos porcentuales menos que lo anticipado en enero, en un contexto marcado por una inflación subyacente “obstinada”, indicó este martes el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En la actualización de sus perspectivas económicas, pronostica, además, que la economía de Brasil se expanda 0.9% (-0.3 puntos porcentuales respecto a la previsión de enero) y la de México 1.8%.

Asimismo, prevé para Argentina 0.2%, Bolivia 1.8%, Colombia 1%, Ecuador 2.9%, Paraguay 4.5%, Perú 2.4%, Uruguay 2% y Venezuela 5%.

“Por otra parte, Centroamérica progresará 3.8% y el Caribe 9.9%, mientras que la economía de Chile se contraerá este año en 1%”, señaló el Fondo.

Inflación subyacente

Para 2024, el FMI anticipa un crecimiento regional de 2.2%. La inflación seguirá siendo alta en 2023, en torno al 7% a nivel mundial, pero lo que más preocupa al organismo financiero es la inflación subyacente, aquella que excluye elementos más volátiles como los alimentos y la energía.

Sus previsiones, que completará el jueves con detalles sobre la región, llegan pocos días después de que el Banco Mundial (BM) estimara que el Producto Interno Bruto (PIB) regional crecerá 1.4% en 2023 y 2.4% en 2024, muy poco “para lograr progresos significativos” en la reducción de la pobreza.

Además, indicó que la economía global languidece con un crecimiento de 2.8% en 2023 y de 3% durante los cinco años siguientes, “el más bajo en décadas”.

Si se da por hecho que las recientes tensiones del sector financiero están contenidas, el crecimiento caerá de 3.4% en 2022 a 2.8% en 2023, antes de subir lentamente y establecerse en 3% durante cinco años. El pronóstico a mediano plazo más bajo en décadas” afirmó el Fondo en la actualización de sus Perspectivas de la Economía Mundial.  

El organismo también espera una desaceleración pronunciada en las economías desarrolladas de 2.7% en 2022 a 1.3% en 2023.

Es, además, una consecuencia del reciente deterioro de las condiciones financieras, la guerra en curso en Ucrania y la fragmentación del crecimiento geoeconómico. Puede ser peor con un plausible escenario alternativo, con más estrés en el sector financiero” explica el informe.

En este supuesto, el crecimiento caería a alrededor de 2.5% en 2023, lo que lo convertiría en el más débil desde la crisis de 2001 si se excluye el año de la pandemia por COVID-19 y el colapso financiero mundial de 2009.

Asimismo, dijo que el aumento de las tasas de interés para controlar la inflación tiene “efectos secundarios” evidentes.

Las vulnerabilidades del sector bancario se han hecho patentes y los temores de contagio han aumentado en el sector financiero en general, incluidas instituciones financieras no bancarias” advirtió.

Se refiere en particular a la quiebra de tres bancos regionales estadounidenses y la compra precipitada de Credit Suisse por su rival UBS. 

Turbulencias

Lo que constatamos es que los riesgos, una vez más, han pesado mucho sobre el crecimiento y en gran parte debido a las turbulencias financieras de las últimas semanas” declaró el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, en rueda de prensa.

Pese a todo, el FMI revisa al alza sus previsiones de crecimiento este año para Estados Unidos, la mayor economía mundial, hasta 1.6% (+0.2 puntos porcentuales respecto a las publicadas en enero), y 1.1% en 2024.

China flaquea

Por otra parte, China ejerce de locomotora económica mundial y su recuperación alivia los problemas en la cadena de suministro, pero sus perspectivas tampoco son boyantes. Tras abandonar la política de “cero COVID”, la economía china crecerá 5.2% en 2023; sin embargo, se desacelerará a partir de 2024 hasta 4.5%, un porcentaje muy bajo para el país.

Este panorama ha llevado al FMI a cambiar de parecer desde enero. Ya no habla de un “aterrizaje suave”, con una inflación a la baja y un crecimiento constante de la economía. Ahora, advierte que la inflación “se obstina” y la situación del sector financiero añade incertidumbre.

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