El Grupo de los Siete (G7) —que reúne a las principales economías industrializadas del mundo— alcanzó este sábado 28 de junio un acuerdo para eximir a las grandes multinacionales de Estados Unidos del impuesto mínimo global del 15 %, establecido en el marco de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El anuncio representa un giro en la aplicación del Acuerdo Fiscal Global firmado en 2021 por 136 países y jurisdicciones, cuyo objetivo era combatir la evasión fiscal y evitar la competencia desleal entre naciones mediante impuestos corporativos mínimos.
La medida fue confirmada tras las declaraciones del secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, quien celebró el pacto como una defensa de los intereses económicos de su país, e instó al Congreso a eliminar la llamada cláusula 889, que contemplaba impuestos en represalia a naciones que gravaran a empresas estadounidenses.
Impuesto mínimo global y soberanía fiscal
El acuerdo original de 2021 estaba estructurado en dos pilares:
- Pilar 1, que redistribuye los derechos fiscales para que los países donde se generan los beneficios obtengan una parte proporcional de los impuestos.
- Pilar 2, que establece un mínimo del 15 % en el impuesto corporativo para multinacionales con ingresos superiores a 750 millones de euros.
Con la reciente salida de Estados Unidos del acuerdo, impulsada por Donald Trump mediante órdenes ejecutivas tras asumir la presidencia en enero de 2025, los países europeos quedaban habilitados para aplicar impuestos directos a las empresas estadounidenses radicadas en sus territorios. Sin embargo, este nuevo consenso evita posibles tensiones diplomáticas y fiscales.
Estabilidad y economía digital en el centro del debate
A través de un comunicado conjunto, el G7 —presidido actualmente por Canadá— consideró que el nuevo marco “proporcionará mayor estabilidad y certeza al sistema tributario internacional”, además de facilitar un diálogo constructivo sobre la tributación digital y la soberanía fiscal de los países.
La nota también reitera el respaldo del G7 para trasladar este enfoque al G20 y a las negociaciones técnicas dentro de la OCDE, con el objetivo de alcanzar “una solución aplicable y aceptable para todos”.