En cuanto a equidad de género en el mercado laboral, sigue habiendo brechas relevantes e nuestro país, según un análisis hecho por el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO). En ese sentido, el instituto destaca que, en México, únicamente cuatro de cada 10 mujeres tienen o están en búsqueda de un empleo remunerado.
La cifra sugiere que la participación económica femenina en el mercado laboral está por debajo del promedio mundial y de la región latinoamericana. Y que, aunque se reconoce que ha habido avances para sumar a más mujeres a la economía, los cambios son lentos. Este factor hace que el sector femenino enfrente condiciones poco equitativas en el mercado laboral.
Para IMCO, el cerrar brechas de género requiere de políticas concretas desde los ámbitos público y privado. De esa forma, se podrían ir creando condiciones óptimas para que las mujeres entren, permanezcan y crezcan en ese sector.
Por tanto, la pregunta es, ¿cómo hacer para reducir la desigualdad entre mujeres y hombre en el mercado laboral? Para ello, IMCO recomienda las siguientes 10 acciones a fin de construir un país más competitivo e incluyente:
1) Avanzar hacia un Sistema Nacional de Cuidados asequible y de calidad. Esto significa que, un Sistema Nacional de Cuidados se antoja necesario para reducir la carga desproporcionada de las tareas de cuidado que recae en las mujeres y apoyar su desarrollo profesional.
Éste debe tener las siguientes características: que atienda a las infancias, así como a adultos mayores y personas con discapacidad; que cuente con personal capacitado; que garantice instalaciones seguras y limpias, y que cuente con un presupuesto suficiente.
2) Fomentar la corresponsabilidad en los hogares. Es necesario avanzar hacia una licencia de paternidad, que sea obligatoria, intransferible y financiada por el Estado.
3) Promover alternativas de educación flexible para mujeres. Es decir, mayor nivel de escolaridad aumenta la probabilidad de acceder a empleos formales y con mayores ingresos. Existen opciones de educación flexibles para que las mujeres adquieran las habilidades que el mercado laboral demanda.
4) Generar información con perspectiva de género. Los datos creados bajo este rubro, son fundamentales para identificar y atender las necesidades diferenciadas que tienen mujeres y hombres.
5) Medir y visibilizar las brechas de género de las instituciones federales. Esto es fundamental para diseñar políticas basadas en evidencia que impulsen el crecimiento de las mujeres dentro de la administración pública.
6) Transparentar datos con perspectiva de género. En otras palabras, es participar en plataformas e iniciativas de transparencia de datos con perspectiva de género puede ayudar a replicar mejores prácticas de equidad en el sector privado.
7) Realizar autodiagnósticos para medir brechas de género. Éstos, son la herramienta útil para las organizaciones con el objetivo de identificar las barreras que enfrentan las mujeres para crecer en los distintos niveles jerárquicos y las áreas de oportunidad donde pueden incidir.
8) Impulsar políticas de integración vida-trabajo. Se trata de buscar un balance entre las responsabilidades laborales y personales.
9) Ampliar los permisos de paternidad. Es decir, las organizaciones pueden ampliar este beneficio al que tienen derecho los trabajadores y ser un referente para otras empresas ante la Ley Federal del Trabajo establece cinco días por permiso de paternidad con goce de sueldo al que tienen derecho los trabajadores.
10) Promover la certificación de igualdad laboral. La Norma Mexicana en Igualdad Laboral y No Discriminación (NMX-025) es un esfuerzo voluntario para impulsar políticas con perspectiva de género y no discriminación en las empresas. Impartición de justicia en caso de mujeres desaparecidas.