En Estados Unidos, el ritmo de aumento de los precios al consumidor volvió a disminuir en enero pasado en comparación con el año anterior.
Esta es la señal más reciente de que la alta inflación que ha afectado a las y los estadounidenses durante casi dos años está disminuyendo lentamente.
Al mismo tiempo, el informe de precios al consumidor del Gobierno mostró este martes que las presiones inflacionarias en la economía de Estados Unidos siguen siendo persistentes y que es probable que mantengan los precios elevados hasta bien entrado este año.
Asimismo, señala que el aumento de los costos también mantendrá la presión sobre la Reserva Federal (Fed) para que eleve aún más su tasa de interés de referencia y la mantenga hasta fin de año.
Los precios al consumidor subieron 6.4% en enero respecto al año anterior, frente al 6.5% de diciembre.
Lo anterior fue la séptima desaceleración consecutiva año tras año y muy por debajo de un pico reciente de 9.1% en junio. Sin embargo, sigue estando muy por encima del objetivo de inflación anual de 2% de la Reserva Federal.
Además, mensualmente, los precios al consumidor aumentaron 0.5% de diciembre a enero, muy por encima del aumento de 0.1% de noviembre a diciembre. La gasolina, comida y ropa elevaron la cifra del mes pasado.
Inflación se mantiene lenta y desigual
Los datos del Gobierno también muestran que, si bien la inflación se está desvaneciendo, es probable que lo haga de manera lenta y desigual.
Por ello, el Gobierno incorporó revisiones anuales de sus métodos en el informe de inflación de enero, lo que provocó que los aumentos mensuales en los últimos tres meses del año pasado fueran superiores a los informados originalmente.
Asimismo, excluyendo los costos volátiles de los alimentos y la energía, los llamados precios “básicos” aumentaron 0.4% el mes pasado, frente al 0.3% de diciembre.
“Los precios subyacentes subieron 5.6% respecto al año anterior, solo un punto por debajo de 5.7% de diciembre”, señala el informe.
En los últimos tres meses, los precios básicos han subido a una tasa anual de 4.6%, que está por debajo de la cifra interanual y sugiere que se avecinan más caídas, pero esa cifra es superior al 4.3% de diciembre.
Muchos economistas esperan que la inflación caiga a aproximadamente 4% a finales de este año; sin embargo, podría estabilizarse en ese punto siempre que la contratación y las ganancias salariales sigan siendo vigorosas.
Entonces, la Fed podría sentirse obligada a mantener altas las tasas de préstamo hasta bien entrado 2024 o incluso aumentarlas más este año.