La organización civil y el respeto por el medio ambiente dan cauce a un proyecto que vio la luz entre la sierra occidental y las aguas del Pacífico.
El proyecto se gestó en la asamblea de ejidatarios del ejido Jorullo, ante la necesidad de tener una mejor calidad de vida y generar empleos, pero sobretodo, conservar la naturaleza.
Hace ocho años, 32 ejidatarios vallartenses escribieron la historia de un turismo responsable con el entorno y rentable económicamente.
“Somos una sociedad un grupo de ejidatarios del ejido el Jorullo en el municipio de Puerto Vallarta, en una parte es un poco difícil llevar la organización llegar a acuerdos con todos porque es una mentalidad de campesino a empresario ahí si es una parte donde más se trabaja con los compañeros”, explicó Ricardo Jiménez, socio ejidatario Jorullo Paradise.
Ganaderos sin animales y campesinos en terreno infértil fue el escenario que los ejidatarios de el Jorullo tuvieron que cambiar por un proyecto turístico, enclavado en la montaña.
“Hemos andado tocando puertas con las autoridades más que nada del municipio en algunos permisos y cosas así y del Gobierno Federal el mayor apoyo que ha habido es estructurarnos de invertir en lo que son cabañas en eso es lo que más nos ha apoyado el Gobierno Federal”, mencionó Maria Rosalina Peña, socia ejidataria Jorullo Paradise.
De este modo, con el apoyo del Gobierno Federal y recursos propios, las y los ejidatarios construyeron el Jorullo Paradise, zona ecoturística y sustentable que contempla aguas cristalinas, propuesta gastronómica y cabañas.
“Toda esta infraestructura que están viendo está hecha por mano propia de cada uno de los compañeros, es decir, no pagamos mano de obra”, dijo Maria Rosalina Peña, socia ejidataria Jorullo Paradise.
El espacio ejidal se encuentra aproximadamente a una hora y media del centro de Puerto Vallarta. Para llegar a Jorullo Paradise tendrás que subir desde el libramiento hacia la colonia Paso Ancho, pasarás por las rancherías de Las Guasimas, San Pedro y El Nogal.
La mayor parte del camino es de terracería, al cual el ejido da constante mantenimiento con maquinaria para mantenerlo abierto a la circulación durante todo el año para todo tipo de vehículos.
El turismo sustentable en su modalidad de ecoturismo, turismo de aventura y turismo rural representa un mercado global de 2.3 billones de dólares a nivel mundial.