Economía

La autogestión sostiene a los zapateros y textileros de México

En medio de la colonia Condesa, en un rincón oscuro y pequeñito, trabaja Juantl Textiles, un hombre con 20 años dedicados a la artesanía textil que se ha sostenido gracias a la autogestión y solidaridad de su gente.

 

Al fondo de un pasillo estrecho se escucha a The Doors. La música sale del taller de Juantl, un pequeño cuarto de 3×3 que en su centro guarda una antigua máquina de telar y sus paredes están llenas de botas y zapatos que él mismo confeccionó desde la tela. 

 

Colores y diseños únicos posan entre la poca luz del taller. El gusto por los hilos comenzó cuando Juantl viajó con su abuela a Oaxaca. Ahí vio cómo mujeres y hombres hilaban con sus propias manos cobijas y lindas prendas tradicionales.

 

A los zapateros, como a los talleres textileros, se los comió la industria. De alguna manera afectaron hasta el comercio directo y se crearon muchos intermediarios para dejar fuera a los artesanos. Ya no se ve ningún taller en los barrios. Por suerte aún no está en auge la artesanía mexicana, aunque sí han sufrido de la apropiación cultural de diseñadores gringos o europeos. Pero este trabajo lo que hace es resistir con la autogestión”, comento Juantl.

 

Durante muchos años, las autoridades han perseguido y denostado el oficio de los artesanos comerciantes en todo el país. Hoy es un gremio que resiste entre hilos y colores para no dejar morir una cultura criminalizada dentro de un sistema moderno de comercio. 

 

Un trabajo artesanal no es valorado como trabajo. Las personas no ven más allá de un producto. Esto es tiempo y conocimiento; es tu vida. Nunca me he sentido un mártir de la economía porque sé a lo que me dedico. Sé que hay que luchar contra las industrias y ahora hasta con la piratería de la artesanía. No si se le puede llamar así, porque la piratería es la gente quitándole a la industria y en este caso es al revés”, explica el artesano. 

 

Saca unos rollos de hilo de lana y los estira entre los palos y arneses del gran telar. Cada hilo se acomoda con calma en un lugar específico, los tensa hasta dejarlos listos y después comienza a tejer para crear los diseños que su mente le fue dictando. 

 

De cierta manera lo que hago es llevar mi propia utopía. Aquí puedo sentarme y crear, así como los que escriben poemas o los que tocan música. Yo le doy forma y vida a los hilos hasta crear zapatos.”

 

Los hilos sueltos son débiles y frágiles; Juantl los va juntando uno a uno hasta formar una resistente tela que se convertirá en bota o zapato único en el mundo y acompañará los pasos de la gente.

 

Por ahí dicen que uno es lo que come. Yo diría: uno es lo que viste. Porque traer zapatos que no perjudican a nadie cuando los haces y los caminas, es bien difícil hoy en día. Las marcas y la industria solo dejan desgracias en sus pasos y todos las traen en sus pies”, concluyó Juantl Textiles.

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