Silvia Bucio es licenciada en derecho y trabaja como secretaria particular de una jueza en el Poder Judicial del estado de Querétaro y sus funciones están centradas al derecho familiar.
Su trayectoria en el mundo de los juzgados y abogados fue creciendo por su esfuerzo y su trabajo incorruptible para las familias queretanas.
Como soy la mano derecha del juez digamos que soy un comodín en el área familiar, entonces mis diligencias van desde divorcios, custodias, adopciones o platicas de parte. Todo eso se tiene que hacer presencial para tener las pruebas confesionales o testimoniales. Los casos más frecuentes que se atienden son los divorcios y de violencia. Todos los días recibimos casos de este tipo”, aclaró la abogada.
Durante la pandemia se cerraron los juzgados, y hasta la fecha siguen sin abrir. La gente lo que busca en esas situaciones es ser escuchada para resolver sus problemas. Lo único que el personal judicial pudo hacer, son guardias para accionar las medidas urgentes como ordenes de restricción o cualquier acción que permita salvaguardar la vida e integridad de una familia.
Se supone que esto es temporal, esperamos que para el 15 de febrero todo se normalice y podamos entrar a trabajar. Y esperamos los abogados y los usuarios hagan conciencia después de tanto tiempo cerrados, para que anden con cubrebocas o estén con su sana distancia porque a veces se les olvida en las oficinas. Tenemos que entender que, si todos nos cuidamos, podemos atenderlos sin demoras”, explicó Silvia.
Trabajando tiene casi ocho años, durante su carrera laboral agradece que la corrupción en Querétaro es nula y no tuvo que pagar por su plaza de trabajo ni nada por el estilo. Fue por su esfuerzo y conocimiento que la subieron de los juzgados de meritoria a la segunda instancia y de ahí saltó como secretaria de proyectista hasta lograr sentarse a la derecha del juez.
He tenido que hacerme muy dura porque me ven mujer y joven y creen que pueden pasar sobre mí. A veces los abogados o los usuarios piensan que una niña no les puede decir que es lo que tienen que hacer, pero no es lo que yo les diga, sino lo que marca la ley. Si me ha pasado que son muy groseros o altaneros y quieren hablar con mi titular porque piensan que yo no sé los procedimientos, pero les muestro que tengo mi lugar como mujer y como autoridad”
En el mundo de los litigantes se mueven muchos intereses y sentimientos, Silvia no saluda ni sonríe a nadie de la oficina para no dar pie a confusiones o confianzas inexistentes que puedan malentenderse durante audiencias o litigios.
Aparte de ser abogada Silvia se convirtió en mamá durante la pandemia, su trabajo no le impidió desarrollarse con su hija. Su embarazo le permitió por los horarios descansar el cuerpo y atender los pormenores de su gestación.
Mi niña nace en enero del 2020, y en marzo llegó la pandemia y me regresaron a mi casa por ser grupo vulnerable durante mi lactancia. En lo personal agradezco la suerte porque en mi trabajo no me obligaron a ir. Entonces yo pasé ocho meses de lleno con mi hija, regresé hasta septiembre a trabajar. Para mí fue gratificante vivir con mi hija este tiempo que es muy importante”, comentó la abogada.
Ninguno de los derechos como trabajadora o mamá los perdió durante la pandemia, su salario llegó sin recortes y su trabajo permanece intacto y la cercanía con su familia brindó la oportunidad para crecer con su niña.
No me aburro en casa, con una bebé nunca te aburres. Me levanto y le preparo sus papillas, no ponemos a que hable o que de sus primeros pasos. Luego a tratar de dormirla (que es lo más difícil). Entonces ni me aburro, ni me quedo con ganas de salir. Para mí fue una suerte que mi niña naciera en la pandemia para poder estar con ella”, concluyó Silvia Bucio.