Al igual que ocurre en otros sectores de la sociedad, las mujeres son aún más vulnerables dentro de la ya de por si grave situación laboral en la que se encuentran los repartidores por aplicaciones.
Acoso múltiple e indiferencia de empresas y autoridades es el pan de cada día de las repartidoras de comida por aplicaciones digitales, tales como Uber Eats, Didi Food y Rappi.
Clientes, empleados de restaurantes donde recogen los pedidos e incluso sus propios compañeros “repas”, son los instigadores.
Han salido los clientes desnudos hasta con el pene erecto. ¿O cómo me siento yo segura si voy a subir un edificio de donde no sabré si voy a regresar?, Paola Ángel, repartidora.
Algunos compañeros repartidores piensan que las repartidoras salen a ligar, o salen porque andan buscando novio y entonces es un acoso constante: “oye amiga cómo te llamas, ¿me puedo sentar aquí contigo?”, y están constantemente con el teléfono. Incluso a mi me ha tocado repartidores que me sigan”, Bethania Bauzaiera, repartidora.
De los 350 mil repartidores que se estima hay en el país, 40% son mujeres. De ese universo, una de cada cinco ha reportado haber padecido acoso sexual, según un estudio del Colegio de México.
Otras son víctimas de criminales que cruzan la frontera del acoso, solapados por agentes del ministerio público negligentes.
Tuvimos el caso de una compañera que la secuestró el cliente por siete días, le llevó el pedido y la ingresó a su departamento. La chica pudo escapar, pero los del MP le dijeron que la tenía alimentada: “te tenía bien atendida, no te pegó, no te hizo nada”, sólo la tenía ahí como retenida en el departamento”, Bethania Bauzaiera, repartidora.
Las “repas” denuncian que las aplicaciones les dan la espalda cuando denuncian, no cuentan con protocolos de atención en caso de caso de acoso, no hay tampoco acompañamiento o asesoría legal en caso de querer denunciar la agresión. Muchas veces ellas eligen el silencio, para conservar su fuente de ingresos.
Podemos levantar denuncias mientras la aplicación no lo sepa porque en el momento que la aplicación lo sabe pregunta qué pasó con la repartidora, por qué se está quejando, y el cliente va a decir yo no le hice nada, no me le acerqué, todo estuvo bien y no pasa nada, tu repartidora es una mentirosa fíjate a quién mandas a repartir y te bloquea”, Paola Ángel, repartidora.
En la Ciudad de México, las demarcaciones Benito Juárez y Miguel Hidalgo registran el mayor número de reportes de acoso sexual.
Mientras que Cuauhtémoc, Iztapalapa y Venustiano Carranza lideran la lista de denuncias de asaltos.
Ante este tipo de situaciones, las y los repartidores se cuidan entre sí. Mediante grupos de chat en los que mantienen comunicación constante y diseñan sus propios mapas de riesgo.