La propuesta de Reforma Energética enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador establece que no se otorgarán concesiones de minerales radioactivos, litio y demás minerales considerados estratégicos para la transición energética.
Por tanto, el Estado “utilizará de manera sustentable todas las fuentes de energía de las que dispone la Nación”, esto con el fin, destaca el proyecto, de reducir las emisiones de gases y componentes de efecto invernadero para lo que establecerá políticas científicas, tecnológicas e industriales necesarias para esta transición.
“México está en la oportunidad de explotar su potencial: hay materia prima –en concreto litio– y recursos humanos. Se establece que en nuestro país se podría aplicar la cadena completa de generación de energía mediante el litio, pero está claro que tenemos aún más. Hay muchísimo talento que puede entrar en todas las áreas de esos procesos de extracción, purificación y desarrollo tecnológico”, explica la doctora María del Rocío Nava Lara, investigadora en del Instituto de Energías Renovables (IER) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Aunque Nava Lara aclara que trabajar con litio como motor de generación de energía representa una gran cantidad de desafíos, sí está a nuestro alcance lograrlo:
“El litio es muy reactivo. El proceso de separación es muy costoso. Por tanto, está ligado a la tecnología. Aquí tendrá que empezar el impulso al recurso mexicano. Los empleos y la búsqueda de su prosperidad tendrán que estar en la agenda desde esta parte de la Reforma Eléctrica, porque México ha invertido mucho en nuestra educación. Esa inversión se puede aprovechar para generar ciencia y tecnologías compaginadas con el litio”.
Como muestra clara de lo anterior, la doctora en Ingeniería en Ciencia de Materiales ejemplifica el trabajo que se hace en el IER:
“En los proyectos que trabajamos dentro del Instituto se contemplan patentes enfocadas a las áreas de producción de energía, y aunque nos falta más trabajo en el área de las patentes, es necesario tener la facilidad para generar patentes a nivel internacional que den mayor protección a lo que se está haciendo”, apunta.
Trabajo obligatorio en conjunto
Sobre la prioridad de la propuesta de Reforma Eléctrica de reducir las emisiones de gases y componentes de efecto invernadero estableciendo políticas científicas, tecnológicas e industriales necesarias para la transición energética, la doctora María del Rocío Nava Lara enfatiza la urgencia de tomar en cuenta la ciencia mexicana, pero también motivar su impulso, con la finalidad de crear tecnología nacional.
“Nos interesa el desarrollo de baterías para aprovechar fuentes de energía renovables e intermitentes como la eólica y la solar […] Ahora mismo ya tenemos cabida en lo renovable e intermitente, pero se necesitan sistemas de almacenamiento como bancos de estaciones de carga para suministrar esa energía. La queremos almacenar, tener bancos de baterías y después poder liberarla al consumidor. Ésa es nuestra meta para trabajar con el almacenamiento de energías renovables”, cuenta la académica.
La iniciativa de Reforma Eléctrica propone que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) generará al menos 54% de la energía eléctrica que requiera el país; el servicio de abastecimiento será prestado exclusivamente por la comisión, que podrá adquirirla con el sector privado.
De acuerdo con Nava Lara, ese pronunciamiento encaja perfectamente con trabajos como los que ya tienen hechos en el Instituto de Energías Renovables. Explicó que la investigación que realizan busca incrementar la capacidad de almacenamiento de las baterías de ion de litio utilizando silicio, con el propósito de mejorar el aprovechamiento de las energías renovables.
“Derivado de esta línea de investigación, trabajamos en el desarrollo de un sistema de predicción de fallas en baterías de ion litio para reducir riesgos de accidentes que pueden presentarse en baterías de alta capacidad de almacenamiento. Además, ya hay una red de almacenamiento de energía en México, integrada por investigadores de universidades de todo el país, con especialistas en baterías de litio”, afirma la investigadora.
Agrega que es necesario contemplar la ciencia mexicana en la agenda planteada para un proyecto energético en México, de inicio, hasta el último de sus procesos.