El panadero del barrio chino
El chilango que fabrica los panes chinos en la capital mexicana
Julio es fundador de la panadería “Buda”, la cual está en el callejón de Dolores en el Barrio Chino de la Ciudad de México. Aunque la panadería tiene tan sólo tres años, él es fabricante y distribuidor de los panes al vapor que se venden en casi todo el barrio.
Atareado y corriendo de lado a lado para darle forma a los pequeños panes, Julio entra en su primera puerta y toma un pedazo de masa previamente preparada; la mete en unos rodillos, la estira y la alisa para alargarla. Después corre a la siguiente puerta y entra con una tira de masa que enrolla y corta de apedazan, que va pesando rápidamente. De ahí hace bolitas, las aplasta y rellena de diferentes sabores. El truco está en cerrar cuidadosamente la masa y darle la forma de una pequeña esfera. Después entra al vapor hasta que algún comensal se lleva su paquetito.
Conocí a un amigo que me pasó la receta y me enseñó a prepararla. Estos panes se venden porque prefieren a variedad de sabores, por lo general solo hay tres sabores tradicionales el chop suey, el pollo y el frijol rojo. Pero nosotros tenemos de nutella, dubalin, de chocolate con menta; en total son como 40 sabores y eso me sube las ventas por la variedad. Ahorita no se manejan todos porque es imposible, pero vamos rotándolos”, comentó Julio mientras estiraba la masa.
El Año Nuevo chino 4719 se celebró a pocas luces en el Barrio Chino Mexicano; la afluencia de gente era poca comparada con los años anteriores previos a la pandemia, y por lo tanto los comercios redujeras sus compras.
Las ventas han caído, ese es el tema y las rentas no bajan, al contrario, subieron. Tenemos toda la distribución de la calle y la mayoría de los puestos son nuestros clientes, porque sí hay dos o tres que hacen su propio pan”, comentó el pandero.
Es un negocio completamente familiar, entre hermanos, primos y sobrinos, todos mexicanos reparten el pan chino a todo el barrio.
Soy el chilango que fabrica el pan chino en este barrio y el éxito es por los sabores mexicanos, algunas comidas tienen la sazón más fuerte que el de las originales. La receta es de China, pero le ponemos un relleno con sabor mexicano”, exclamó el Julio.
Al terminar de amasar se fue directo al local donde vende sus famosos panes; la gente hacía filas, aunque no como en años anteriores; sin embargo, acomodaba varias cajas con panes de colores dentro de pequeños hornos de vapor que tenían en su punto al pan.
La gente miraba curiosa y compraban las cajitas con distintos sabores, Julio de nuevo salió corriendo a la panadería para seguir estirando y cortando la masa.