En tiempos del coronavirus, en el que el uso de la tecnología digital se ha convertido en una herramienta indispensable, hay que tener mucho, pero mucho cuidado.
Se han recuperado alrededor de 300 millones de pesos de fraudes electrónicos provenientes del extranjero, que utilizan al sistema financiero mexicano para enviar o recibir recursos captados ilegalmente, bajo el engaño de adquirir un producto o servicio.
El modus operandi de la delincuencia cibernética es hacer uso de programas conocidos como keyloggers, que permiten identificar a distancia qué caracteres del teclado de una computadora o teléfono móvil se han usado recientemente.
Este software espía, comúnmente es utilizado por empresas para observar las actividades informáticas de sus empleados o por padres de familia para supervisar el uso de internet de sus hijos.
También es recurrente que a través de correos electrónicos, con apariencia de ser de confiables, nos roben información confidencial. Este mecanismo es conocido como Phishing.
La Unidad de Inteligencia Financiera en colaboración con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, así como el Buró Federal de investigaciones del FBI, advierten que este tipo de delitos también están vinculados a lavado de dinero.
Para evitar ser víctima de este tipo de estafas que escalan a delitos tipificados como delincuencia organizada, puede consultar la guía para la implementación de escenarios de alertamiento y monitoreo para la prevención y detección de operaciones con recursos de procedencia ilícita y financiamiento al terrorismo, relacionados con business email compromise y trade-based money laudering.