Los retrasos causados por las inspecciones de seguridad impuestas por el gobernador de Texas, Greg Abbott, en los puertos fronterizos de entrada causaron protestas de camioneros mexicanos que traen productos agrícolas, así como un llamado urgente de los comercializadores de esa mercancía en Estados Unidos a modificar la medida.
Abbott anunció la semana pasada que todo el tráfico comercial desde México a Texas sería sometido a inspecciones de funcionarios estatales después de pasar una inspección federal en los puertos de entrada.
Después de pasar las revisiones federales, desde el viernes todos los choferes de camiones de carga son sometidos por la Policía estatal a revisiones mecánicas, cuestionados sobre si transportan drogas, armas, humanos o aguacates, e incluso a la carga y descarga de sus mercancías, lo que ha representado mayores tiempos de espera para cruzar y retrasos en la exportación.
“La autoridad estatal nunca se había metido a revisar mercancías, dicen que porque supuestamente están buscando que no vayan migrantes en las cajas. Pero no tienen que bajar toda la mercancía para ver si va gente adentro o no”, señaló Manuel Sotelo, presidente de la Asociación de Transportistas de Ciudad Juárez.