En las fronteras exteriores de la Unión Europea (UE) son habituales la violencia y las devoluciones sumarias ilegales contra solicitantes de asilo y migrantes. En muchos países, como Grecia, Polonia, España o Croacia, la gente que busca seguridad y protección se encuentra con alambre de espinos y guardias fronterizos armados, declaró Jelena Sesar, investigadora de Amnistía Internacional.
Esto en respuesta a una nueva investigación llevada a cabo por Lighthouse Reports, que documenta cómo las autoridades de varios países de la UE han detenido violentamente a migrantes y solicitantes de asilo y los han devuelto sumariamente a países fuera de las fronteras de la UE.
El informe de Lighthouse incluye inquietantes imágenes de policías y guardias de fronteras enmascarados golpeando con porras a migrantes y solicitantes de asilo a quienes expulsaban de Croacia, lo cual constituye una violación flagrante de la legislación de la UE.
Sin embargo, las propias autoridades croatas han admitido que han utilizado fondos de la Comisión Europea para comprar equipo policial e incluso pagar los salarios de los guardias de fronteras, lo que convierte a la UE en cómplice de estas violaciones de derechos humanos.
Aunque a las ropas de los agentes les habían quitado deliberadamente las insignias identificativas, está claro que sus uniformes, armas y equipo son idénticos a los que utiliza exclusivamente la policía especial croata, tristemente famosa por llevar años efectuando devoluciones sumarias”, expresó Jelena Sesar.
Algunos miembros de la Comisión Europea, entre ellos la comisaria Johansson, han manifestado su horror ante ese trato inhumano contra personas en las fronteras europeas. Pese a ello, este verano permitieron que Croacia creara un mecanismo de vigilancia que no es más que una “cáscara vacía” y que no garantiza que los responsables de violaciones de derechos humanos comparezcan ante la justicia y rindan cuentas de sus actos.
Grecia rechazó recientemente la idea de establecer un mecanismo para vigilar los derechos humanos, a pesar de que Amnistía Internacional ha documentado violencia y devoluciones sumarias contra personas refugiadas y migrantes y ha demostrado que esa es la política fronteriza griega de facto.
Resulta alarmante que la Comisión Europea siga mirando hacia otro lado ante la abrumadora violación de la legislación de la UE, e incluso siga financiando operaciones policiales y fronterizas en algunos de estos países. En julio, por ejemplo, la Comisión Europea concedió a Croacia 14 millones de euros de fondos de emergencias, a pesar de que algunos miembros de la Comisión habían manifestado su horror por el inhumano trato que Croacia daba a las personas migrantes”, manifestó Jelena Sesar.