Cientos de vinicultores franceses bloquearon este jueves una autovía cerca de la frontera con España para impedir la entrada de camiones cargados de vino español en señal de protesta, en un contexto tenso por la inflación y de peores cosechas.
A la altura del peaje de Boulou, en el sur de Francia, viñadores de la región quemaron neumáticos sobre el asfalto y “controlaron” los camiones procedentes de España que buscaban importar vinos.
Los manifestantes destrozaron palés cargados de botellas de cava (vino espumoso) y vaciaron la cuba de vino de otro camión, después de tirar también sobre el asfalto una carga de tomates a la que prendieron fuego.
A continuación, abandonaron el lugar, precisó la prefectura del departamento de Pirineos Orientales, que contó unos 380 manifestantes.
Frédéric Rouanet, presidente del sindicato de vinicultores del departamento de Aude, denunció desde hace semanas un “cóctel explosivo” de factores desfavorables, entre ellos una peor cosecha a causa de las malas condiciones climáticas.
A esto se le suman el aumento de los costos de producción en consonancia con la inflación y unos precios del vino que no siguen la tendencia, porque las importaciones de los comerciantes los están haciendo bajar, denuncia el sector.
En 2022, Francia importó más de seis millones de hectolitros de vinos, según la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), con sede en Dijon (oeste de Francia). Algunos caldos, tintos y rosados sobre todo, registran una caída de ventas.
En Aude, los locales de una planta embotelladora y comercializadora fueron incluso incendiados a inicios de octubre, sin provocar heridos, en un acto reivindicado por el Comité de Acción Vitícola (CAV) para expresar su rechazo a la importación de vino.