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¿Cómo defender a mi hijo o hija de acoso escolar?

En el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar se hace necesaria la prevención de la violencia en infancias y adolescencias.

También conocido como bullying, el acoso es cosa seria, al ser una conducta dañina que ocurre repetidamente y se hace con el propósito de lastimar.

El primer jueves de noviembre de cada año se celebra el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar, incluido el Ciberacoso.

Esta fecha fue designada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), reconociendo que la violencia en el entorno escolar bajo todas sus formas, atenta contra los derechos de los niños y los adolescentes, la salud y el bienestar.

Con ello, se intenta terminar con un tipo de violencia, que afecta a la población infantil y adolescente a nivel mundial y que provoca secuelas psicológicas.

Información del organismo especializado de Naciones Unidas, asegura que este día tiene como objetivo sensibilizar a las personas acerca del problema de la violencia verbal, física; en línea y el ciberacoso, sus consecuencias y la necesidad de ponerles fin.

¿Cómo identificar el hostigamiento?

En entrevista con Once Noticias, Juana Alejandra Ruiz Camacho, psicóloga y pediatra por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), asegura que el hostigamiento puede transformar en una pesadilla para infancias y adolescencias algo tan simple como ir a la escuela, jugar, salir a caminar o al recreo.

“Es un daño emocional que deja cicatrices emocionales profundas. En situaciones extremas, puede implicar amenazas violentas, daño a la propiedad o lesiones graves; y si se sospecha que un hijo es víctima del hostigamiento, hay que tomar cartas en el asunto”, señala la experta.

Añade que, existen maneras para ayudar a que la víctima enfrente las burlas, el hostigamiento o los rumores crueles, y disminuir su impacto duradero. Destaca que se debe aprender a identificar cuando se trata de una situación de hostigamiento, o bien, de un comentario bromista y sin dolo.

“Por ejemplo, en algún momento, algún hermano o amigo se burló de un niño. No es dañino cuando sucede en un contexto mutuo, de juego y armonía, y ambos niños lo encuentran gracioso. Sin embargo, cuando la burla causa daño, es constante y desagradable, ese sí es hostigamiento”.

Agrega que, el niño o víctima sufrirá un tormento intencional a nivel físico, verbal o psicológico.

Lo peor, refiere, es que puede implicar desde golpes, empujones, insultos, amenazas y burlas, hasta el punto de llegar a extorsiones para conseguir dinero y pertenencias.

“De entre las formas de hostigamiento que el agresor infunde sobre su víctima está esconderse de los demás o hasta difundir rumores crueles sobre ellos. Unos más utilizan las redes sociales para lanzar esas burlas e insultos hacia los demás; es un problema que no debemos callar, y sí actuar”.

Dar apoyo a la víctima

Ruiz Camacho recomienda que, si la víctima cuenta a sus padres que padece hostigamiento, deben escucharla y creerle. Señala que se debe prestar atención y brindar apoyo. “A menudo, los niños son reacios a contar a los adultos sobre este tipo de situaciones porque se sienten avergonzados y culposos, o les preocupa que sus padres se desilusionen y no les crean”, dijo. 

La especialista afirma que esta actitud proviene del hecho de sentir culpabilidad de la situación. Es más, añade que temen por la reacción de quien hostiga si se entera de que ya fue a quejarse con alguien.

“A otros pequeños les preocupa que sus padres no hagan nada al respecto, o que les digan que se resistan y aguanten cuando en realidad eso les está infundiendo más temor, miedo y desesperación, por eso muchos niños callan y sufren graves consecuencias”.

Remarca que, cuando el niño o niñas se acerque a sus padres a alguien para confesar por lo que está pasando, se le debe reconocer.

“Lo primero que un padre debe hacer es buscar ayuda profesional; después se debe dejar en claro a la víctima que no está sola, que, quien actúa mal, es la persona que está hostigando y comprométanse a buscar entre los dos la solución”.

Finalmente aconseja también acudir a las autoridades de la escuela para informar de los casos de hostigamiento y así, evitar que más infantes y adolescencias sean víctimas. Concluyó al afirmar que las autoridades escolares tienen la obligación de controlar y tomar medidas al respecto.

Unesco hace un llamado a estudiantes, padres y madres, miembros de la comunidad educativa, autoridades encargadas de la educación y a la sociedad a prestar atención a esta problemática, para contribuir a la prevención de la violencia en todas sus formas, con miras a garantizar la seguridad y el bienestar de niños, niñas y jóvenes.

Para conocer más sobre el acoso escolar las personas pueden visitar www.acosoescolar.sep.gob.mx o bien llamar al 01 800 11 22676.

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