- El presidente Donald Trump nunca admite una derrota. Pero ahora afronta una difícil decisión tras la victoria electoral del demócrata Joe Biden: admitirlo con elegancia por el bien del país, o no hacerlo, pero ser expulsado de la Casa Blanca igualmente.
No se esperaba que Trump aceptara nunca de forma oficial su derrota, según personas cercanas al mandatario, pero era probable que, aunque reacio, abandonara la Casa Blanca al final de su mandato. Sus esfuerzos continuados por describir los comicios como injustos están considerados como un intento de aliviar el golpe a su ego y de mostrar a sus leales seguidores que sigue luchando. Eso podría ser clave para mantenerles motivados para el siguiente acto.
Piensa pelear”, dijo el asesor económico de Trump Larry Kudlow cuando empezaba a estar claro que el presidente iba a perder.
Algunos de sus aliados sugirieron que si Trump quiere crear un imperio mediático en los próximos años, tiene un incentivo para alargar el drama. También si quiere dejar la puerta abierta a un regreso en 2024, cuando sólo sería un año mayor que Biden ahora.
- En Fox News, donde los presentadores en horario de máxima audiencia ejercen una enorme influencia sobre Trump, Laura Ingraham dio voz a la creencia del presidente de que los comicios fueron injustos, aunque también le pidió que piense en su legado -y en mantener su influencia sobre nombramientos futuros del Partido Republicano- y abandone el cargo con dignidad.
Sí y cuando sea el momento de aceptar un resultado desfavorable en estas elecciones, y esperamos que nunca llegue, el presidente Trump debe hacerlo con la misma gracia y compostura que mostró en esa asamblea vecinal con Savannah Guthrie”, dijo el jueves. “Si se centra en llevar al país hacia delante, eso sólo hará más significativo el legado del presidente Trump”.
La Casa Blanca publicó el sábado un seco comunicado diciendo que el presidente “aceptará los resultados de unas elecciones libres y justas” y que el gobierno “está cumpliendo con todas las obligaciones legales”.
- La campaña de Trump y el Comité Nacional Republicano han bombardeado a sus seguidores con apasionadas peticiones de dinero, reuniendo decenas de millones de dólares desde el martes, según personas familiarizadas con el proceso. Parte del dinero iba destinado a cancelar las deudas de la campaña, pero el resto podría dedicarse a una agresiva campaña pública para seguir socavando la confianza en el resultado electoral.
En contraparte, la campaña de Biden dejó claro que su paciencia tenía límites.
Como dijimos el 19 de julio, el pueblo estadounidense decidirá estas elecciones”, dijo el viernes el vocero de Biden Andrew Bates. “Y el gobierno de Estados Unidos es perfectamente capaz de desalojar a los intrusos de la Casa Blanca”.