En Estados Unidos, el presidente Joe Biden lanzó un ultimátum a los congresistas republicanos: “Podemos arreglar nuestra frontera o destruirla”.
En el Capitolio, al rendir su mensaje anual del Estado de la Unión, Biden defendió que su país es ancestralmente una nación de migrantes.
Se refirió insistente mente al expresidente Donald Trump como “mi predecesor“, y le atribuyó el deseo de envenenar al país impidiendo un acuerdo bipartidista para resolver la crisis en la frontera con México.
“No demonizaré a los inmigrantes diciendo que están envenenando la sangre de nuestro país. No separaré familias. No prohibiré a la gente por su fe”, expresó Joe Biden, presidente de Estados Unidos.
Biden dedicó gran parte de su discurso a temas internos, su oferta electoral para su reelección. Habló de la histórica creación de 15 millones de empleos, de la recuperación económica y la declinación inflacionaria.
“En miles de ciudades y pueblos el pueblo estadounidense está escribiendo la mayor historia de recuperación jamás contada”, destacó Joe Biden, presidente de Estados Unidos.
Aseguró que defenderá el derecho de las mujeres a decidir sobre el aborto, el derecho a la salud y al acceso a mayores satisfactores económicos.
Biden destacó que está en riesgo la libertad y la democracia, contra las que atentó su predecesor el 6 de enero de 2021 con su intento de asalto al Congreso, o como pretende Putin en Ucrania.
El presidente Joe Biden también informó al Congreso que ordenó al ejército estadounidense realizar una misión temporal en el Mar Mediterráneo para establecer un puente de ayuda y hacer llegar agua y alimentos al asediado pueblo palestino.