Tras la muerte del cantante Ozzy Osbourne, el pasado 5 de julio, el ayuntamiento de Birmingham en Inglaterra, obtuvo el consentimiento de su familia para que todos los mensajes de sus fans se clasifiquen y digitalicen, y así crear un tributo que será entregado a sus herederos en las próximas semanas.

El “Puente de Black Sabbath“, ubicado en Broad Street sobre el Canal Street, se llenó de flores, globos en forma de murciélagos, fotos, muñecos, playeras y cientos de objetos que, entre lágrimas, fueron vistos por Sharon Osbourne, esposa del cantante, y sus hijos Aimee, Jack, y Kelly Osbourne, en una parada que hicieron durante el funeral que recorrió las calles de Birmingham.
Todas esas ofrendas ahora yacen junto al cuerpo de Ozzy Osbourne. Las flores fueron cuidadosamente clasificadas y recicladas para hacer una composta y colocarla en el jardín familiar, donde fue sepultado el músico.

Además de la presentación de decenas de músicos inspirados en su heavy metal, los fans pudieron ver los tributos que la ciudad le hizo a sus hijos predilectos, como un mural donde Ozzy estampó su firma y una banca en el “Puente de Black Sabbath”.