Desde que el director Steven Spielberg conquistó nuestros corazones con el primer rugido del T-Rex en la época de los noventa, era de esperarse que aquellos reptiles gigantes permanecerían durante décadas en la historia del cine. Después de 32 años de la primera entrega, en pleno 2025, llega a la pantalla grande la séptima parte de esta exitosa franquicia: “Jurassic World: Renacer”.
Dirigida por Gareth Edwards, conocido por su trabajo en “Godzilla” (2014) y “Star Wars: Rogue One” (2016), la película nos presenta la historia de un capacitado equipo contratado para una misión ultrasecreta: asegurar material genético de los tres dinosaurios más grandes del mundo.
Sin embargo, la operación se cruza con una familia cuya expedición en bote es volcada por dinosaurios acuáticos, dejándolos varados en una isla donde descubrirán un siniestro e impactante hallazgo que ha estado oculto durante décadas.
Este primer capítulo de una posible nueva trilogía, cuenta con un elenco estelar que incluye a Scarlett Johansson, Jonathan Bailey, Rupert Friend, Mahershala Ali y el actor mexicano Manuel García-Rulfo.
La película magistralmente apoyada de la banda sonora del prolífico compositor de cine, John Williams, evoca la nostalgia de “Parque Jurásico” (1993), gracias al guion de David Koepp, quien también estuvo a cargo de las primeras dos entregas.
La narrativa es convincente e incluye ciertos clichés, pero estos están integrados de manera efectiva, nada se siente fuera de lugar o de tono. Los personajes son arquetipos, pero cada uno aporta a la historia con una construcción adecuada y actuaciones destacables. Y aunque en algunos momentos los efectos especiales podrían beneficiarse de un mayor desarrollo, esto no hace menos disfrutable la cinta, ni cae en lo inverosímil.
“Jurassic World: Renacer” rescata momentos de tensión al estilo “Tiburón” (1975), que evocan a las primeras entregas, al preocuparte por el destino de los personajes y hasta de alguno que otro pequeño dinosaurio. Secuencias llenas de nostalgia, con guiños que cualquier fan de la película de Spielberg reconocerá.
Si te preguntas si vale la pena ver una secuela más de esta franquicia, la respuesta es sí. Una película que retoma esa emoción de ver a los dinosaurios de antaño y a los nuevos, tomando de base una reflexión del problema que nos acontece hoy en día: el calentamiento global, lo que hace empatizar más aún con la situación de la humanidad y también, de los dinosaurios.
Una película que, sin duda, tanto pequeños y no tan pequeños con gusto y amor a los dinosaurios disfrutarán de inicio a fin.