“No hay planes de música nueva” así lo aseguró Alec McKinlay, manager de Oasis, después de una serie de rumores que aseguraban que el dueto estrenaría disco antes del comienzo de su próxima gira.
“Esta es prácticamente la última vez, como Noel dejó claro a la prensa. Es una oportunidad para que los fans que no han visto a la banda la vean, o al menos para algunos. Pero no, no hay planes para nueva música”, aseguró en una entrevista publicada este 13 de mayo en el Reino Unido.
Los rumores se desataron el año pasado cuando Liam Gallagher publicó en X una respuesta a una fan que preguntó si era cierto que Oasis tendría un nuevo disco.
“Sí, ya está terminado” contestó. Un mes después aseguró que estaba “impresionado” por las canciones que Noel supuestamente había escrito para un nuevo álbum.
La banda lanzó su álbum más reciente, “Dig Out Your Soul”, en 2008 y se separó un año después.

En julio de este 2025 volverán a irse de gira por estadios del mundo, comenzando en el Reino Unido el 4 de julio. Darán 41 conciertos en Gales, Manchester, Londres, Edimburgo y Dublín. Después viajarán a América, Asia y Australia. En Ciudad de México se presentarán el 12 y 13 de septiembre.
“Probablemente la mayor y más grata sorpresa del anuncio de la reunión fue su gran repercusión internacional. Sinceramente, sabíamos que sería un éxito aquí, (en el Reino Unido) y no hace falta mucha intuición. Pero fuera del Reino Unido, sabíamos que tenían una gran base de fans; revisamos todas las estadísticas”, añadió McKinsley.
Y compartió: “fuimos bastante cautelosos sobre lo que eso significaría en cuanto a la gente que comprará entradas, pero nos sorprendió su magnitud. Podríamos haber agotado las entradas para media docena de Rose Bowls en Pasadena y probablemente ocho estadios MetLife en Nueva York en un solo día”.

En el Reino Unido los boletos se agotaron de inmediato, sin embargo, hubo quejas contra Ticketmaster por aplicar tarifas dinámicas y problemas con la página para la compra de boletos.
Los fans esperaron horas en línea solo para percatarse del incremento repentino de los precios. Los boletos con un costo anunciado de 148 libras terminaban costando 355 libras. Esto derivó en una investigación de las autoridades británicas correspondientes.
En México la venta de boletos se hizo con una dinámica en la que los fans tenían que llenar un formulario y recibían un código para acceder a la compra.