La cantante estadounidense Lizzo dijo el jueves que las acusaciones de acoso sexual y de crear un ambiente laboral hostil son “tan increíbles como suenan”, al día siguiente de ser denunciada por antiguas empleadas.
Tres exbailarinas de la estrella del pop presentaron la demanda en Los Ángeles, con acusaciones de violaciones de la ley laboral que incluyen acoso sexual, religioso y racial, además de discriminación a la discapacidad y detención ilegal, según un comunicado de sus abogados.
Las denunciantes aseguran que Lizzo presionó a las bailarinas a interactuar con personas desnudas en un espectáculo en el barrio rojo de Ámsterdam, según la querella.
También afirman que la líder del cuerpo de baile, Shirlene Quigley, a menudo hacía comentarios sexuales y proselitismo de sus creencias cristianas, especialmente contra el sexo prematrimonial, “a pesar de las protestas”.
La diva del Pop reacciona
La respuesta de la diva del pop no se hizo esperar.
La cantante expresó que los últimos días han sido desgarradoramente difíciles y abrumadoramente frustrantes, al ver cuestionada su ética de trabajo, moral y respetabilidad. Aunque generalmente opta por no responder a sospechas falsas, considera que estas son demasiado increíbles y escandalosas como para no abordarlas.
Lizzo se defendió argumentando que las sospechas provienen de ejemplos que ya sabían públicamente que su comportamiento en la gira fue inapropiado y poco profesional.
Afirmó que se toma su música y actuaciones en serio, ya que su objetivo es crear el mejor arte que represente tanto a ella como a sus fans. Reconoció que en ocasiones ha tenido que tomar decisiones difíciles, pero negó que su intención haya sido hacer sentir incómodo a alguien o no valorar a los miembros de su equipo.