Al menos un centenar de familias separadas por la frontera México–Estados Unidos, se reunieron este sábado brevemente, como desde hace ocho años en esta fecha, bajo la campaña “Abrazos, no muros”.
Latinos provenientes de distintas entidades en ambas naciones, se concentraron en el llamado “Puente negro”, que enlaza a Ciudad Juárez, Chihuahua, y El Paso, en Texas.
La iniciativa no gubernamental, pero que cuenta con la colaboración de autoridades de ambos países, permite que centenares de familiares se reúnan en un punto del Río Bravo para reconocerse y abrazarse durante algunos minutos.