Liam Payne, exintegrante de la banda One Direction, falleció el pasado 16 de octubre por politraumatismos (múltiples lesiones traumáticas) causados al caer de una tercera planta del Hotel CasaSur, en Buenos Aires, informó la policía de este país.
El cantante británico se alojaba en el tercer piso del hotel, ubicado en el barrio de Palermo de la capital argentina. Su habitación daba a un patio trasero y se encontraba a unos 14 metros de altura.
La autopsia preliminar arrojó que Payne tenía “hemorragia interna y externa” y “murió a causa de la caída”, así lo informó una fuente policial.
Los forenses informaron que las 25 lesiones descritas en la autopsia son compatibles con aquellas producidas por caída de altura, y estimaron que al analizar las manos de la víctima no se constataron lesiones del tipo defensivas.
Se ordenó también un estudio toxicológico y anatomopatológico a su sangre, orina y vísceras para encontrar rastros de drogas, entre otros factores. También se requirió un hisopado nasal al cuerpo.
La principal hipótesis, por lo pronto, es la de un posible suicidio, producto de un brote provocado por el consumo de sustancias, así lo describe el expediente a cargo de la Fiscalía N°16, interinamente a cargo de Marcelo Roma.
“Todo hace indicar que el músico se encontraba a solas cuando ocurrió la caída y atravesando algún tipo de brote producto del abuso de sustancias”, detalló la Fiscalía en un comunicado.
La calificación, según un comunicado en el sitio oficial de la Procuración, es la de muerte dudosa. Esto se conoce luego de que el cuerpo del músico fue retirado del hotel y sometido a una autopsia sobre la medianoche del 16 de octubre.
Por su parte, el equipo de emergencias señaló que el músico tenía “lesiones gravísimas” producto de la caída que le provocaron la muerte y que “no hubo posibilidad de reanimación”, según consignó Alberto Crescenti, titular del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME).
¿Qué dicen los empleados del hotel?
Un empleado del hotel, en conversación telefónica con el número 911 de emergencias, declaró “tenemos un huésped que está sobrepasado de droga y alcohol y está rompiendo toda la habitación, necesitamos manden a alguien por favor”.
El empleado del hotel además advirtió que la habitación del cantante de 31 años tenía balcón, por lo que temían por su vida.
Un televisor con la pantalla destrozada, de acuerdo con imágenes divulgadas por el diario Clarín, botellas y latas vacías y restos de un polvo blanco era el estado de la habitación que se atribuye al músico británico.
Sobre una mesa se ven fósforos, un encendedor, restos de latas quemadas, papel metálico y velas derretidas incluso dentro de la bañera, además del envoltorio de papel de un jabón de baño.
Un informe de la Fiscalía dio cuenta de que los policías “hallaron en el interior de la habitación sustancias que a simple vista se trataría de estupefacientes y bebidas alcohólicas, así como también varios objetos y mobiliario destrozados”.
La justicia incautó un teléfono, una notebook y la documentación del músico que fue entregada a la Fiscalía número 16, a cargo de Andrés Madrea, que investiga el caso.
La Fiscalía tomó declaración a tres trabajadores del hotel y a dos mujeres que en las horas previas habían estado junto al músico en su habitación, pero que ya se habían retirado del hotel cuando ocurrió el suceso.