En Estados Unidos las altas temperaturas y la sequía alentaron 33 mil incendios forestales en el país, que han consumido más de 810 mil hectáreas.
California y Idaho son los estados más afectados.
Mientras en Oregón, un incendio forestal, que se propaga rápidamente por noveno día consecutivo ha consumido 86 mil hectáreas y amenaza a casi dos mil hogares.
Los bosques del sur de Canadá también están entre llamas. Cientos de bomberos los combaten en ambos países.
Y por contra, han caído lluvias torrenciales en Arizona y Nuevo México, lo que ya causó serias inundaciones.