Bill Murray reconoció el sábado que su comportamiento en el set de rodaje provocó la queja de una mujer y la suspensión del rodaje de su película más reciente.
En sus primeros comentarios sobre la suspensión de la producción “Being Mortal”, el actor estadounidense describió el incidente como una “diferencia de opinión”, pero se negó a dar detalles sobre lo que ocurrió o a quién involucró.
“Hice algo que me pareció divertido y no se interpretó así. El estudio cinematográfico quiso hacer lo correcto, así que decidió comprobar todo, investigar y por eso detuvo la producción”, dijo durante una entrevista a CNBC.
Murray declaró que él y la mujer, cuyo nombre no se ha dado a conocer, están hablando y tratando de hacer las paces el uno con el otro. No dijo cuándo o si se reanudará la producción ni si él seguirá participando en la película.
“Ambos somos profesionales. Nos gusta mutuamente el trabajo que hace el otro. Nos caemos bien, creo, y si no uno no puede llevarse bien y confiar el uno en el otro, no tiene sentido seguir trabajando juntos ni hacer una película”, comentó Murray sobre él y la mujer.
El comediante de 71 años, que protagonizó “Ghostbusters” y “Caddyshack”, sugirió que la naturaleza cambiante de lo que se considera humor apropiado fue un factor del incidente.
“Ha sido una gran enseñanza para mí. El mundo es diferente de lo que era cuando yo era un niño. Lo que siempre me pareció gracioso de pequeño no es necesariamente lo mismo que lo que es gracioso ahora. Las cosas cambian y los tiempos cambian, así que es importante para mí entenderlo”, señaló.
En cuanto a su comportamiento y la posibilidad de recapacitar acerca de sus errores, Murray explicó que “no quiero ser un perro triste que ya no puede aprender”.
Además, indicó que la resolución que lo haría más feliz es que tanto él como la mujer que lo denunció por conductas inapropiadas puedan volver al set, confiar el uno en el otro y trabajar juntos, aunque indicó que entiende que “lo más relevante es qué es lo que ella considere mejor”.