Espectáculos

Mujeres iraníes ocupan un lugar central en el Festival de Cine Sundance

Cineastas de la diáspora reflexionaron sobre las protestas, la censura y la resistencia en su patria ancestral, Irán.

Las películas de y sobre mujeres iraníes ocuparon un lugar central en el Festival de Cine Sundance este fin de semana, cuando cineastas de la diáspora (quienes abandonaron su lugar de origen) reflexionaron sobre las protestas, la censura y la resistencia en su patria ancestral.

“Joonam”, un documental sobre una familia de tres generaciones de mujeres iraníes que ahora viven en Vermont, en el noreste de Estados Unidos, y “La versión persa”, una comedia dramática que salta entre Irán y Nueva York durante varias décadas, se estrenaron el sábado en la fiesta del cine independiente en Park City, Utah.

“Shayda”, un drama dirigido por Noora Niasari sobre una mujer persa que huye de su esposo abusivo en Australia, hizo su debut el viernes en el festival que se desarrolla hasta el 29 de enero en las montañas de Utah.

La inclusión de estos filmes en la programación de Sundance se produce cuando Irán está sacudido desde hace cuatro meses por manifestaciones masivas, que comenzaron como un movimiento contra la obligación de que las mujeres lleven velo, pero devinieron en un cuestionamiento de todo el sistema, pidiendo el fin de la República Islámica creada tras el derrocamiento del sha en 1979.

Al menos 481 personas murieron en la represión del estallido social y al menos otras 109 se enfrentan a la ejecución en casos relacionados con las protestas, además de las cuatro ya ejecutadas, según la ONG Iran Human Rights.

“Los manifestantes literalmente están arriesgando su vida. Los apoyo 100%. No se puede hablar libremente en Irán, están encarcelando a cineastas y a artistas. Puedo hablar libremente fuera de Irán, hasta cierto punto”, dijo la directora de “Joonam”, Sierra Urich.

“Muro de miedo”

Varias figuras de la industria cinematográfica de Irán fueron arrestadas por las protestas. El renombrado director Jafar Panahi estuvo preso seis meses luego de una condena anterior por “propaganda contra el sistema”.

Si bien Urich, nacida en Estados Unidos, no puede visitar Irán por razones de seguridad, su documental busca comprender mejor el país, aprendiendo farsi y entrevistando a su madre y abuela.

Así se entera del asesinato de un antepasado y de cómo su abuela se casó a los 14 años con un hombre que conoció antes de llegar a la pubertad.

Su abuela está feliz de contar su historia, pero a su madre le preocupa que sea “muy peligroso” hablar sobre el pasado de la familia frente a cámaras y en un momento le advierte a su hija que en Irán, “será el cineasta el ahorcado”.

Al llegar a Sundance, la película está en el escenario mundial. Creo que los iraníes siempre están sopesando qué tan veraces pueden ser y cuáles serán las consecuencias para las personas que siguen en Irán comentó Urich.

Asimismo, mencionó que no fue hasta que su abuela compartió la historia del martirio de su abuelo que realmente entendió “este muro de miedo que había construido este régimen autoritario, para tanta gente en Irán y fuera de Irán”.

“Resiliencia”

Mientras que en “La versión persa” (The Persian Version), la rebelde joven iraní-estadounidense Leila -interpretada por Layla Mohammadi- tiene una relación fracturada con su madre migrante, causada por la sexualidad de Leila y sus puntos de vista aparentemente diferentes sobre el papel de la mujer.

Pero a medida que descubren la verdad sobre las experiencias de sus padres en Irán y su partida del país, ambas mujeres tienen una nueva perspectiva sobre su complicada herencia.

“Estoy orgullosa de tener una película iraní aquí en este momento sobre mujeres”, dijo la directora Maryam Keshavarz en el estreno en Sundance, en el que los miembros del elenco llevaron insignias con los colores de la bandera iraní con el lema del movimiento de protesta “Mujer, vida, libertad”.

Keshavarz no ha podido regresar a Irán desde el estreno de su primera película “Circumstance”, sobre dos adolescentes persas que se enamoran.

Por su parte, Urich confía en poder visitar Irán algún día, pero, por ahora, espera que su película pueda ser “una pequeña parte de esa lucha por la libertad”.

Parte de por qué es tan conmovedor ver lo que está sucediendo en Irán en este momento, y estar aquí con estos otros cineastas, es el verdadero sentido de comunidad y el poder contar nuestras historias abiertamente dijo.
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